Azules, grises, ponchos y mucho pelo: así será el  próximo invierno según la Mercedes Fashion Week

Una carpa de circo plantada en la madrileña plaza de Colón, seis diseñadores elegidos por un Comité de Moda y las modelos desfilando sin saber que aquel era el inicio de la que hoy es conocida como Mercedes Madrid Fashion Week, antes Pasarela Cibeles, y siempre Semana de la Moda.

Era 1985 cuando por primera vez se celebraba así. La actual directora del mayor evento de moda de nuestro país, Cuca Solana, ya estaba en aquel Comité organizador de hace 30 años.

"El balance es creciente: empezamos en un circo, pasamos en 1996 a Ifema, y hoy tenemos más de 14.000 metros cuadrados y dos pasarelas", cuenta a 20 Minutos Cuca, "En todo este tiempo han pasado más de 300 diseñadores. Empezamos con 6 de los cuales han muerto 4: María Moreira y Antonio Alvarado son los únicos que siguen. Aquella primera vez fue una iniciativa de la Comunidad de Madrid que quería dar un impulso a la moda española".

Y desde luego el objetivo se cumplió, ni la crisis ha podido con ellos: "Los diseñadores han sabido muy bien caperarla", dice la directora, que pese a la exposición que celebra los 30 años de pasarela (instalada en Ifema como la Fashion Week hasta el 11 de febrero) dice que es muy complejo hacer un análisis de los cambios. "El tipo de modelo ha ido variando pero no ha habido un momento repentino en el que digas: todas fueron así. Ha sido paulatino. Y luego siempre ha dependido mucho del diseñador: unos quieren que las modelos sonrían, y otros que no...".

Si se mira a los inicios, sí matiza que en aquella época los diseñadores preferían que las modelos parecieran más maniquís que ahora y que desfilaran de ese modo. "Desfilaban aquellas primeras modelos con aire de maniquí clásico".

Hace tiempo que diseñadores y pasarelas se ajustan a la crisis y adaptan sus modelos a la realidad, por muy impresionante y llamativa que sea la puesta en escena. En prácticamente todos los desfiles las modelos lucen algo adaptable al día a día de cualquiera.

Esta edición la Mercedes Madrid Fashion Week  ha mirado atrás, algo habitual en la moda, que siempre fusiona pasado, presente y futuro. Duyos ha sido uno de los que más clara ha dejado su nostalgia de años como los 70 y 80 en la colección presentada: "Me inspiré en el final de los años 70 y principios de los 80". Para este el creador 1979 y 1980 fueron años verdaderamente claves: fue entonces cuando las mujeres tuvieron un estilo verdaderamente individual, propio, personal.

Los azules y grises que ya son parte de la calle esta temporada han tenido un papel relevante en muchas de las propuestas presentadas, entre ellas, la del citado Duyos, quien, igual que otros diseñadores le cede espacio al rosa claro, y cómo no, al negro. Otros colores han dado color al próximo invierno, especialmente Hannibal Laguna, que ha apostado por el folclore español llenando la pasarela de rojos, rosas, lilas y rojos; toreras y mantillas.

El gris también ha estado muy presente en la colección de Roberto Verino que, igual que Duyos no renuncia al pasado, y hay mucho de corte tradicional en su propuesta. Eso sí: lo mezcla con la vanguardia londinense y sus diseños resultan de lo más aptos para adaptar a la calle. El beige y el negro, colores también muy clásicos, teñían los tejidos del veterano Verino, que desde 1986 (salvo un par de años de 'disidencia') ha estado en esta cita con la moda.

Sólo se salió de la conservadora gama este clásico en algunas propuestas en las que no temió apostar por tonos metalizados. "De este invierno podemos rescatar los tejidos metalizados", señalan las estilistas y diseñadoras Ana Iriberri y Sara Largo (tuasesordeimagen.es), que coinciden en la permanencia de algunas tendencias que ya esta temporada ser han colado en muchos armarios.

"El estampado de pata de gallo, el toque sixties y las prendas con aplicaciones de piel siguen presentes y con fuerza para el próximo invierno", comentan estas especialistas de Tuasesordeimagen.es que no pierden detalle de todo lo que ocurre en la Pasarela.

Arzuaga apostó fuerte por las capas y el volumen que ya este invierno han calado con potencia en escaparates. "El éxito de los ponchos continuará y la próxima temporada serán los protagonistas del mundo del complemento", resalta Iriberri.

Otra novedad la da Teresa Helbig, que renuncia al corto de sus clásicas minifaldas. Ella también ha mirado al pasado en el empleo de bordados y técnicas artesanales.

"Por otro lado, la piel de oveja y el paño continúan siendo tendencia el próximo invierno. Los colores de la tierra y el verde estarán muy presentes así que atentos a este color a la hora de hacerse con prendas en rebajas. La prendas de cuero también continúan siendo una buena inversión", recomiendan Iriberri y Largo, atentas al reciclaje y las buenas ocasiones.

"Los flecos vuelven a verse y los trabajos con pequeños espejos o cristales cosidos en abrigos y complementos nos adelanta la fuerte inspiración bohemia de la temporada venidera y cómo la India y sus estampados paisley y florales, así como sus amarillos azafrán, rojos bermellón o verdes esmeralda, lo inundarán todo", cuenta Sara Largo. "El azul klein es otro de los colores que se han visto con mucha fuerza", dice Iriberri.

Para ellos las diferencias no son muchas en algunas de las líneas básicas: los grises y azules protagonizan el armario masculino en general y las aplicaciones en pelo sintético van casi inevitablemente unidas a las prendas de abrigo de los varones.

El punto y los jerseys gruesos tendrán también su parte de protagonismo en los chicos.

La exposición que rinde tributo al trigésimo aniversario de la Pasarela muestra la evolución mediante una selección de imágenes que recorre estos 30 años. Las tendencias no son las únicas que cambian, como apunta Solana: la manera de desfilar y la evolución de los desfiles que al principio eran como performances de larga duración.

Montesinos, Agatha Ruiz de la Prada, Sybilla, Manuel Piña, Devota&Lomba, Duyos o Roberto Verino son algunos de los que protagonizan la exposición ya que casi desde la primera han desfilado para esta Pasarela. Espacio queda también para dar fe de cómo, o al menos así lo dice Solana, se han apostado por nuevos nombres y jóvenes talentos: "Ellos son el futuro de nuestro país".

Si hay que concretar los momentos clave, es la diseñadora Lydia Delgado quien da en el clavo: "Los dos hitos evolutivos que han marcado la pasarela son la creación de EGO en 2006, que vio nacer a la generación que ahora nutre la MBFWM y su internacionalización y entrada al circuito de pasarelas internacionales de Mercedes-Benz en 2012, cuando la marca de automóviles se convierte en el patrocinador oficial".

La carpa de circo que albergó los primeros pasos no tardó en cambiarse por otro escenario: el Museo del Ferrocarril, con lo que el número de diseñadores aumentó y empezaron a participar creadores de todas las regiones no sólo de Madrid. Y de ahí la generación de grandes y veteranos: Roberto Verino, Adolfo Domínguez, Agatha Ruiz de la Prada, Sybilla...

La Casa de Campo, el Palacio de Congresos y Exposiciones y en 1996 ya Ifema (salvo 2006 y 2007 donde el escenario fue el Paseo de Coches del Retiro) han sido escenario del máximo escaparate de moda española. Incluso llegó a considerarse la cuarta pasarela de la moda.