El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, ha considerado "positivo" el balance de la implantación de la Estrategia de Atención al Paciente Crónica impulsada desde hace dos años en la Comunidad, aunque ha reclamado una mayor implicación de las asociaciones de pacientes para lograr un mayor avance.

Sáez Aguado ha participado este viernes en la jornada 'Avances en la Estrategia de Atención al Paciente Crónico de Castilla y León' celebrada en el salón de actos de las Cortes y que ha servido de antesala para el Congreso Nacional del Paciente Crónico que se celebrará en Valladolid los días 5,6, y 7 de marzo.

Así, el consejero de Sanidad se ha planteado como retos para el presente año dentro de esta Estrategia, además de lograr una mayor implicación de los colectivos de pacientes, ampliar su aplicación hacia otras patologías, acelerar el ritmo de creación de plazas sociosanitiarias y profundizar en la integración de la atención hospitalaria y primaria.

Antes de inaugurar esta jornada Sáez Aguado ha insistido en que la aplicación de esta estrategia se basa en un cambio "organizativo y cultural" centrado en los pacientes crónicos, en torno a 200.000 en la Comunidad, un 5 por ciento de la población.

En concreto, la Estrategia de Atención al Paciente Crónico de Castilla y León tiene como objetivo la adaptación del sistema sanitario a la "nueva realidad "que supone la demanda asistencial creciente derivada de los pacientes con enfermedades crónicas.

Así, para avanzar en esta demanda la Junta trabaja en la organización y adecuación de los recursos hospitalarios a las condiciones y necesidades de estos pacientes, en la potenciación del papel de la atención primaria para mejorar sus condiciones y en mejorar la coordinación entre los profesionales de los diferentes niveles asistenciales que intervienen para garantizar la continuidad de los cuidados.

Asimismo se prevé avanzar hacia la integración asistencial a través de la coordinación efectiva de los sistemas sanitario y social y se promueve la participación activa por parte de pacientes y personas cuidadoras, en el mantenimiento de la salud.