Una nueva biografía desvela cómo el famoso diseñador Alexander McQueen, que se suicidó en 2010, planeó quitarse la vida en público a modo de 'performance', pegándose un tiro en la cabeza en la pasarela después de mostrar su última colección, ha adelantado el diario Daily Mail, que ha publicado un extracto del mismo.

Así lo ha contado un diseñador español, Sebastián Pons, que fue amigo y colaborador del creador que vistió a numerosas celebridades como Rihanna, Lady Gaga o Sarah Jessica Parker.

Las memorias Alexander McQueen: Blood Beneath The Skin, escritas por Andrew Wilson y que saldrán a la venta el 26 de febrero, desvela una conversación mantenida entre Alexander y Sebastián un año antes de la muerte del londinense, en la que McQueen invitaba a Pons pasar unos días de vacaciones en su mansión en Mallorca.

"Ya he diseñado mi última colección", le contó McQueen. "¿Qué quieres decir con tu 'última' colección?", le preguntó Pons. "¿Te refieres a tu próxima colección?". A lo que el escocés respondió: "No, la última. Lo tengo en mi cabeza. Cuando muestre mi última colección, me voy a matar. Voy a acabar con todo esto".

El icono de la moda sufría una profunda depresión y según Pons, su idea era montar en el escenario una urna de cristal, aparecer desde el suelo dentro de ella y pegarse un tiro en la cabeza, ante la vista de todos, "para que sus sesos se deslizaran por el cristal".

Alarmado por la confesión, Pons se puso en contacto con las oficinas de la firma en Londres y habló con un miembro del equipo, pero este le aseguró que el diseñador se encontraba bien y que no había nada por lo que preocuparse. "No, no está bien, querido —le replicó el mallorquín—. Está realmente jodido".

La biografía también desvela la parte más oscura del genio, que vivía obsesionado por su físico y que no pudo soportar el suicidio de su mentora y amiga, Isabella Blow, y finalmente la pérdida de su madre.

Nueve días después de que su progenitora falleciera, y a tres días de la Semana de la Moda de Londres, el diseñador se quitó la vida ahorcándose en su piso londinense después de ingerir un cóctel de cocaína, somníferos y tranquilizantes.