El acusado de sacar los dos ojos a otro paciente de un hospital dice que no recuerda lo ocurrido

El hombre acusado de sacar los ojos a otro con el que compartía habitación en el área de Salud Mental de un hospital de Málaga ha declarado este miércoles que no recuerda lo ocurrido, sólo sabe que su compañero de cuarto gritaba y que, aunque él intentó quitarse las sujeciones, no lo consiguió.

El hombre acusado de sacar los ojos a otro con el que compartía habitación en el área de Salud Mental de un hospital de Málaga ha declarado este miércoles que no recuerda lo ocurrido, sólo sabe que su compañero de cuarto gritaba y que, aunque él intentó quitarse las sujeciones, no lo consiguió.

El juicio ha comenzado este miércoles en la Sección Novena de la Audiencia de Málaga y continuará el próximo 18 de este mes de febrero. Las dos acusaciones —Fiscalía y familia de la víctima—, solicitan que el acusado sea internado en un centro adecuado para su trastorno, además de cinco años de libertad vigilada.

Los hechos sucedieron en febrero de 2013. El procesado ha dicho no recuerda que agrediera a su compañero de habitación, sólo que gritaron y luego se volvió a dormir. Ha explicado que tenía una enfermedad psicológica "y creía que me querían secuestrar", por lo que fue ingresado en el área de Salud Mental de dicho centro.

Sí ha indicado que estuvo tiempo gritando y que "nadie vino a vigilarnos". Su madre ha señalado que hasta que no ingresó en ese hospital no se le diagnosticó la esquizofrenia que sufre y ha indicado que ahora, en otro centro, está mucho mejor, porque "han encontrado el tratamiento adecuado y no ha tenido recaídas".

Por otra parte, tanto un auxiliar de enfermería como un enfermero, que atendían a la víctima y al acusado, han señalado que el procesado tenía prescrito que debía llevar un sistema de sujeción mecánica completo, aunque han indicado que llevaba los brazos y las piernas, pero no el torso.

Han explicado que existen unos protocolos para ello, pero que las sujeciones van cambiando conforme la evolución del paciente y no siempre se hacen constar esos cambios. Asimismo, han reconocido que después de los hechos, encontraron al procesado con los dos brazos y una pierna sueltos.

Uno de estos testigos ha asegurado que a veces se habían detectado deficiencias en los sistemas de sujeción, porque en ocasiones saltaban, lo cual se había comunicado a la Dirección. Ha señalado que el acusado estuvo tranquilo la tarde anterior y que los profesionales pasaban por las habitaciones cada cierto tiempo.

Según un informe sobre los protocolos, ratificado en el juicio por el agente que lo realizó, se debió poner la sujeción en el abdomen. Además, ha indicado que en los casos en que hay dos personas con sujeción completa en una misma habitación, debe haber "vigilancia permanente" o cámaras, algo que no tenía dicha estancia.

Asimismo, tras una reconstrucción de los hechos, se determinó que la talla de una de las sujeciones era mayor de lo adecuado, por lo que "podía sacar la mano", ha dicho el testigo. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) está en esta causa como responsable civil subsidiario.

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