Mantienen las acusaciones para un médico procesado por la muerte de una mujer tras una liposucción

La Fiscalía de Málaga y la familia de la mujer fallecida tras someterse a una liposucción han mantenido este jueves sus acusaciones y sus peticiones de cárcel, inhabilitación e indemnización para el médico procesado por un delito de homicidio por imprudencia en relación con el fallecimiento de la paciente, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

La Fiscalía de Málaga y la familia de la mujer fallecida tras someterse a una liposucción han mantenido este jueves sus acusaciones y sus peticiones de cárcel, inhabilitación e indemnización para el médico procesado por un delito de homicidio por imprudencia en relación con el fallecimiento de la paciente, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

El Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga ha sido el encargado de juzgar este caso. El ministerio público solicita que se le imponga al acusado una pena de dos años y medio de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de médico durante cuatro años, así como que pague una indemnización para los familiares de la mujer, de 44 años, de casi 300.000 euros.

La mujer se sometió en noviembre de 2007 a una reducción mamaria y una liposucción en una clínica concertada de gestión privada y falleció meses después en otro hospital. El fiscal sostiene que no se le hizo ecografía y que el acusado "manipuló incorrectamente las cánulas, que penetraron en la cabida abdominal, originando perforaciones", que le ocasionaron una peritonitis y otros fallos, que desembocaron en la muerte.

La acusación particular, en representación de la familia, solicita cuatro años de cárcel, seis de inhabilitación y el pago de 450.000 euros de indemnización. Esta parte considera que hubo dos imprudencias por parte del acusado, la primera por la perforación y las segunda por el retraso, en casi siete días, en el diagnóstico de la peritonitis.

El acusado, especialista en cirugía plástica, declaró en la primera sesión de la vista oral y aseguró que puso "todos los medios" de la clínica para atender a la paciente y evitar el fatal desenlace; y desvinculó el fallecimiento de la mujer de la peritonitis que sufrió debido a las dos perforaciones que se habrían producido durante la primera operación.

Explicó que la mujer era su paciente en su consulta privada y que le informó de los riesgos normales de este tipo de intervenciones. Así, ha apuntado que no tenía otras patologías especiales, sólo debilidad de la pared abdominal y diastasis de recto, algo que no es una contraindicación a la hora de hacer una liposucción ni requiere de pruebas especiales, como una ecografía.

Señaló que durante la intervención no notó nada anormal que le llamara la atención y después la mujer presentaba dolores, lo que no le extrañó porque es habitual. Días más tarde, por la analítica, se detectaron algunos problemas, admitiendo que hubo una perforación intestinal y una peritonitis derivada, aunque consideró que no tienen nada que ver con la muerte, porque "hubo más complicaciones".

Aseveró que esa perforación es "un riesgo" que se puede producir en las liposucciones, "aunque poco frecuente" y dijo que la mujer "superó" la peritonitis que sufrió, insistiendo en que en todo momento estuvo "atendida con los mejores medios" y se hizo "lo mejor que podíamos hacer" durante varios meses, hasta que "vimos necesario" trasladarla a otro centro hospitalario, donde falleció.

El hermano de la fallecida, Manuel Salazar, que fue quien presentó la denuncia para que se investigara la muerte, consideró en su declaración que hubo una "negligencia consciente", ya que "sabían que podía morir", a pesar de lo cual "apuraron hasta el último momento para trasladarla a otro hospital", aunque la clínica privada en la que estaba y fue operada "no tenía los medios adecuados".

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