El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha justificado este miércoles la convocatoria de elecciones para septiembre para celebrar el referéndum definitivo porque el Gobierno central no ha dejado otra alternativa. También ha defendido la creación de las estructuras de Estado hasta el 27 de septiembre y, sobre esta cuestión, ha asegurado que Cataluña se puede pagar "perfectamente" la construcción de un nuevo Estado, sobre todo si se recupera el "déficit fiscal" con el Estado.

Durante la primera sesión de control al Govern tras el pacto de Mas con ERC sobre los Presupuestos y el adelanto electoral, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha avisado de que es una decisión "equivocada" anunciar elecciones con tanta antelación, porque "aboca" a Cataluña a una campaña de ocho meses. Además, ha considerado que "no es bueno" situar la Diada de Cataluña como primer día de campaña electoral y ha avisado a Mas de que "unas elecciones no pueden sustituir un referendo, ni aquí ni en ningún lugar".

Por su parte, la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha acusado a Mas de tener el "mérito de equivocarse permanentemente" y ha criticado el adelanto electoral, porque desemboca en la "campaña electoral más larga de la historia". "Quiere convertir el Parlament en sede de campaña, no me extraña, la suya —la de CDC— la tienen embargada", ha añadido la popular, quien ha acusado a Mas de "engañar a todo el mundo" con los presupuestos y con el proceso soberanista y, en este sentido, le ha reprochado que "haga perder dinero" a los catalanes con su apuesta independentista.

A modo de respuesta, Mas ha explicado que ni el Gobierno del PP, con su "intransigencia", ni el PSOE ofrecen soluciones alternativas para no celebrar el referéndum a través de las elecciones autonómicas, responsabilizando así al Gobierno del adelanto electoral al imposibilitar el referéndum. Si se hacen comicios un año antes es "por un motivo y son ustedes —el PP—", ha afirmado Mas, quien ha señalado que Cataluña no estaría en esta situación si el Estado fuera "más maduro democráticamente" para abrirse a negociar un referendo como en Quebec o Escocia. "Si no espabilamos no lo haremos nunca, si esperamos el visto bueno —del Estado— no lo haremos", ha subrayado.

Por otro lado, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha pedido que los Presupuestos pasen de "autonómicos" a "unos de transición nacional", a lo que Mas ha respondido que su ejecutivo es el "gobierno de transición nacional más potente que ha tenido Cataluña desde la recuperación de la democracia". "La Agencia Tributaria y el servicio de acción exterior constituyen pilares fundamentales del post 27-S, y por eso pondremos la máxima prioridad en ambas y en alguna otra" estructura nueva, ha agregado.

Precisamente, el diputado de la CUP Quim Arrufat ha pedido trabajar para hacer unos presupuestos más sociales. También ha acusado a Mas de retrasar hasta septiembre la votación sobre la independencia para que tenga tiempo de rehacer "su espacio político y su partido" y, en tono irónico, ha elogiado la "santa paciencia" que tiene ERC.

Por su parte, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, ha acusado a Mas de querer montar un "Estado paralelo" en Cataluña y de destinar recursos públicos a "conflictos" con la internacionalización del proceso catalán: "¿Cuánto dinero de los catalanes piensa gastar con este Estado paralelo?, ¿cómo lo pagaremos?", le ha preguntado.

Y Mas ha respondido: "Cataluña se lo puede pagar perfectamente, otra cosa es que con el déficit fiscal salen muchos recursos —dirigidos al Estado— que no regresan, pero si se quedasen más de los que produce la misma Cataluña se podría pagar esto y mucho más". El presidente catalán ha añadido que todo lo relativo a las "estructuras de Estado" supone un porcentaje "prácticamente ínfimo" del Presupuesto de la Generalitat de 2015, en los que el 71,2% de los recursos se destinan a políticas sociales, ha recalcado.

Durante la sesión de control, Mas también ha respondido a una pregunta formulada por el portavoz adjunto de ICV-EUiA, Joan Mena, centrada en las imputaciones de la familia Pujol, en especial la del expresidente del grupo de CiU y exsecretario general de CDC Oriol Pujol. Circunscribiendo su respuesta en la Generalitat, Mas ha defendido que no se ha descubierto ni se ha encontrado "una sola irregularidad" en su Govern en relación con el caso Pujol porque "no existe", y ha apelado a respetar los procesos judiciales en marcha, como corresponde en un Estado de derecho.