Crisis, yihadismo, inclusión social... El Foro de Davos se abre con una agenda de inquietudes

  • El título para esta edición, 'El nuevo contexto global', define la amplitud del programa y la complejidad de los debates propuestos en este encuentro.
  • Se tratará desde el anémico crecimiento económico, al gran desafío de la inclusión social y la multiplicación de las crisis, pasando por la amenaza yihadista.
  • Muy esperada será la intervención de Hollande tras los atentados de París así como la de Merkel, en cuyo país ha surgido el movimiento xenófobo Pegida.
  • En Davos no se toman las decisiones pero es aquí donde surgen las primeras ideas y se formulan las recetas.
Un agente de seguridad camina delante del logotipo del Foro Económico Mundial, en el Centro de Congresos de la localidad suiza de Davos.
Un agente de seguridad camina delante del logotipo del Foro Económico Mundial, en el Centro de Congresos de la localidad suiza de Davos.
Jean Christophe Bott / EFE
Un agente de seguridad camina delante del logotipo del Foro Económico Mundial, en el Centro de Congresos de la localidad suiza de Davos.

El Foro Económico Mundial de Davos se inaugura este miércoles con una agenda nutrida que refleja la complejidad de las preocupaciones mundiales, que van desde el anémico crecimiento económico, particularmente en Europa, al gran desafío de la inclusión social y la multiplicación de las crisis.

La naturaleza geopolítica que han adquirido esas crisis, como la de Ucrania y las que tienen lugar en Oriente Medio debido a los conflictos en Irak y Siria, y sus graves repercusiones en el resto de países de la región, será uno de los ejes de los próximos cuatro días de debates entre líderes llegados de 140 países.

Al celebrar su 45 edición, el Foro de Davos ha conseguido nuevamente elaborar un programa capaz de atraer a líderes mundiales, políticos de primer nivel, premios Nobel, líderes empresariales, emprendedores destacados y representantes religiosos.

La amplitud del programa y la complejidad de los debates propuestos reflejan bien el título elegido para esta edición, 'El nuevo contexto global', que desde las incertidumbres del pasado reciente plantea nuevos desafíos, como el de la expansión del yihadismo, por una parte, y el auge cada vez más visible de los movimientos nacionalistas y xenófobos, de otra.

"Un nuevo contexto global, con un mundo multipolar en el que está ocurriendo una nueva revolución tecnológica que cambiará la vida social y las condiciones económicas", ha dicho al respecto el presidente y fundador del Foro, Klaus Schwab.

El Foro de Davos rompe, además, su propio récord este año, con la inscripción por primera vez de más de 2.500 participantes, lo que los organizadores atribuyen a la oportunidad única que ofrece para el diálogo entre quienes tienen poder de decisión.

Es así que desde principios de los años 70, el Foro se ha convertido en un lugar en el que los "poderosos" pueden encontrarse en una atmósfera que incita no sólo a la reflexión, sino también a encuentros informales, y que pueden terminar adquiriendo la mayor importancia.

Se afirma que en Davos no se toman las decisiones pero es en esta conocida estación de esquí suiza donde surgen las primeras ideas y se formulan las recetas, como resultado de los intercambios entre los principales actores de la esfera pública y privada.

El Foro de Davos fue también escenario de situaciones históricas como la salida de China al exterior, después de décadas de ostracismo, o el apretón de manos entre el líder palestino Yaser Arafat y el israelí Simón Peres.

Muy esperada será la intervención del presidente de Francia, François Hollande, dos semanas después de los atentados de París, así como la que tiene prevista la canciller alemana, Angela Merkel, en cuyo país ha surgido con fuerza el movimiento xenófobo Pegida, que dice combatir la islamización de Occidente.

Fuertes medidas de seguridad

Como consecuencia de lo ocurrido en París, las medidas de seguridad en torno al Centro de Convenciones de Davos, donde tienen lugar las reuniones del Foro, han sido reforzadas, aunque los responsables de la policía local aseguran que no hay indicios de amenaza concreta. El riesgo más evidente es el de terroristas aislados motivados por la yihad o quienes los emulan.

Es así que Davos se ha transformado ya en una verdadera fortaleza y así permanecerá hasta el fin de semana, con controles por sus dos vías de acceso, mientras que su espacio aéreo sólo se puede sobrevolar con autorización.

La zona aérea bajo vigilancia es de 48 kilómetros a la redonda de Davos. Todo ello para recibir y garantizar la seguridad, entre otros, de los numerosos gobernantes que viajarán a esta localidad desde todo el mundo.

Del mundo árabe estarán el nuevo presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi; el de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el rey de Jordania, Abdalá II, entre muchos otros. Por Asia, la delegación china estará encabezada por su primer ministro Li Keqiang, además de numerosos ministros de países del Sudeste asiático.

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