La crisis ha afectado más a los inmigrantes, al empeorar más sus salarios y condiciones laborales

  • La "lenta convergencia que se había producido" entre los trabajadores inmigrantes y los nacionales se ha visto "frenada por una mayor afectación" frente a la crisis.
  • El estudio muestra que "los hombres marroquíes y rumanos son más vulnerables".
  • Las mujeres han sufrido en menor medida el desempleo, pero esto ha ido acompañado de un "deterioro significativo en sus condiciones laborales".
  • Sin embargo son muchos los autóctonos, "cuantitativamente muchos más que inmigrantes", a los que la crisis ha deteriorado sus condiciones de trabajo.
Imagen de archivo de un trabajador del sector de la construcción en España.
Imagen de archivo de un trabajador del sector de la construcción en España.
EFE / ARCHIVO
Imagen de archivo de un trabajador del sector de la construcción en España.

La crisis económica ha afectado directamente a las condiciones laborales, empeorándolas y a los salarios, reduciéndolos, pero estas dos consecuencias han sido especialmente virulentas entre la población trabajadora inmigrante, que ha visto aumentar la brecha entre sus condiciones laborales y las de los autóctonos, según publica en un estudio la Universitat Autònoma de Barcelona.

El trabajo Crisis, Empleo e Inmigración en España. Un Análisis de las Trayectorias Laborales, editado en formato libro por el Servei de Publicacions de la UAB, "analiza la evolución de la integración de los trabajadores inmigrantes durante la crisis económica a través de sus trayectorias laborales", en comparación con los trabajadores autóctonos durante los años más intensos de destrucción de empleo, entre 2007 y 2011.

El estudio confirma "el deterioro generalizado en las condiciones laborales de un gran número de trabajadores inmigrantes" y el retroceso en sus trayectorias profesionales. Así pues, dice el estudio, "la lenta convergencia que se había producido" entre los trabajadores inmigrantes en el periodo anterior de la crisis, se ha visto "frenada por una mayor afectación del desempleo entre la población inmigrante" y un empeoramiento en la calidad del empleo que tienen.

Así, en términos de salario, los grupos que están entre las remuneraciones más bajas han experimendado además las mayores bajadas, llegando a experimentar rebajas de sueldo de hasta el 4,2%. El índice de desigualdades de Gini (que mide la desigualdad de los ingresos dentro de un país) pasó de una diferencia del 3,33% en el año 2007 a 3,46% en 2011 respecto a los trabajadores nacionales.

Sin embargo la forma en que la crisis ha golpeado a los inmigrantes no ha sido uniforme, detectándose diferencias significativas en función de la procedencia del inmigrante o de su sexo. El estudio muestra "cómo son los hombres de origen marroquí y rumano los más vulnerables".

También existen diferencias significativas por género ya que el crecimiento del paro y el empeoramiento en las condiciones laborales ha afectado de manera diferente a los hombres y las mujeres. Según el estudio "las mujeres han sufrido en menor medida el desempleo, gracias en parte a su mayor presencia en el sector servicios". Sin embargo, esto ha ido acompañado de un "deterioro significativo en sus condiciones laborales y un aumento de la brecha salarial".

Como resultado de estas tendencias, "se ha producido una polarización entre autóctonos e inmigrantes" en el mercado de trabajo. El 48% de los trabajadores autóctonos se ubica en considerados "buenos empleos" y con posibilidades de mejora, mientras que el 52% se caracteriza por estar bien parado, o bien en empleos con peores condiciones laborales y pocas expectativas de movilidad ascendente.

En el caso de los trabajadores inmigrantes, el colectivo con un mayor porcentaje de trabajadores en el segmento de mejor empleo es el de peruanos, con un 35,7%, seguido por el de argentinos, con 34%. En el otro extremo se sitúan Marruecos con solo un 20,1% de su población trabajadora en España en el sector de buenos empleos y con posibilidades de mejora, y Rumanía.

Pero esta polarización, destaca el estudio, "no puede hacer olvidar que son muchos los autóctonos, cuantitativamente muchos más que inmigrantes", a los que la crisis ha deteriorado sus condiciones de trabajo y privado de sus oportunidades.

El deterioro en la situación de los inmigrantes se manifiesta no sólo en aquellos que estaban empleados en 2007 y lo seguían estando en 2011, sino que queda reflejado en "el gran número de personas que han 'desaparecido' de los registros por desempleo de larga duración", a causa de su vuelta a la inactividad, al retorno a su país de origen o que han sido empleados fuera de los cauces legales.

Particularmente grave es el desempleo de larga duración, que ha afectado a un 51,5% de los trabajadores inmigrantes en el periodo 2007-2011, frente a los autóctonos (34,7%). Este no sólo conlleva dificultades económicas asociadas con una menor renta, sino que el estudio muestra un efecto negativo de un periodo de desempleo prolongado sobre la trayectoria laboral futura, que puede manifestarse en forma de movilidad ocupacional descendente (bajadas de categoría laboral).

Supervivencia

Ante esta situación, los trabajadores inmigrantes han seguido estrategias diversas, como fórmulas "de supervivencia, no de mejora". La primera ha sido el retorno o la re-emigración, que se ha dado con más intensidad en algunos colectivos como el de trabajadores ecuatorianos.

Otra vía ha sido "la búsqueda de empleo informal" como forma de obtener ingresos en condiciones de gran precariedad, aunque según el estudio los inmigrantes intentan no recurrir a esta opción porque "dificultaría la obtención de permisos de residencia y nacionalidad", así como el acceso a servicios sociales. Así, la opción mayoritaria ha sido la de aceptar un empeoramiento en sus condiciones, pero manteniendo la vinculación con la Seguridad Social.

Otra fórmula para superar los estragos de la crisis ha sido la movilidad geográfica. La investigación muestra una alta movilidad geográfica y sectorial en el periodo estudiado, lo que está relacionado con la importancia del empleo temporal, que conlleva un proceso constante de destrucción y creación.

Los resultados de la investigación concluyen que existe la necesidad de desarrollar nuevas políticas de empleo que actúen sobre el colectivo de trabajadores inmigrantes y que mejoren la posición de este colectivo en el mercado de trabajo. Las políticas activas y pasivas deberían también revitalizarse, según el estudio, y reconfigurarse.

Sin embargo, según manifiestan los investigadores, la situación actualmente es la contraria, con una disminución de las tasas de cobertura de la prestación y subsidios por desempleo, y unas políticas activas que reciben menos presupuesto.

La investigación, realizada por investigadores del Centre d'Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball (QUIT) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha contado con el apoyo de la Obra Social "la Caixa" y supone la continuación de un estudio anterior en el que se analizaban las trayectorias laborales en el periodo anterior a la crisis económica.

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