En el Portal de Santa Madrona, justo a la salida del metro de Drassanes, un quiosco aguanta como puede el chaparrón de la crisis económica vendiendo libros antiguos. "No hay otra cosa para vender", comenta Isabel, propietaria de la parada junto a su marido, Francisco.

Durante 40 años, los dos vendían periódicos, revistas, golosinas y tabaco. Desde hace unos tres años, las ventas bajaron notablemente. Debido a la crisis económica, cada vez vendían menos periódicos y menos revistas, esta situación les impidió seguir comprándolos y desde hace un año ya no venden nada de lo que vendían hace años. A raíz de esta situación, el matrimonio puso a la venta algunos libros antiguos que tenían en casa, para tener algo que ofrecer a los clientes.

La venta de libros antiguos no les ha salvado. Al día se pueden llegar a vender uno o dos libros, lo que supone unos ingresos de unos 5 euros al día, porque los libros tienen precios bajos para darles salida. Los volúmenes son proporcionados por la gente que desea ayudarles, antiguos clientes que les echan una mano con libros o comprando ellos alguno, también la gente que pasa por delante del quiosco, al enterarse de la situación, deciden aportar su granito de arena con algún libro que tengan en casa y pueda servir a Isabel y Francisco para intentar subsistir.

Pese a solicitarlo, no han recibido ayudas por parte de la Administración. Actualmente, debido a su situación, no están pagando el alquiler del espacio. El ayuntamiento les ha dicho que buscarán un trabajo para Francisco, pero, a día de hoy, aún no saben nada. "La situación es precaria, no sabemos qué va a pasar", comenta Isabel, que, tal y como explica, no tiene una situación fácil en casa. Los dos hijos de la pareja, actualmente, se encuentran sin trabajo: además, uno de los dos sufre un trastorno de bipolaridad y la otra, problemas de riñón.

El futuro del quiosco es incierto. De momento, viven como pueden con la ayuda de los ciudadanos de a pie.

La crisis económica, afectando a comercios como este, ha despertado el lado más solidario de los barceloneses. De la situación de Isabel y Francisco,  20minutos.es se enteró a raíz de la carta de un lector que quería contar esta historia. Hoy en día viven únicamente de la solidaridad de toda la gente que les aporta sus libros.