Los miembros de la Camorra napolitana se refugian en España. En los últimos siete años, 92 mafiosos de distintos clanes han sido detenidos en nuestro país, confirmando así el gusto que los fugitivos de la Justicia italiana tienen por España. Los últimos cuatro fueron arrestados en 2014, integrantes del clan Ferrara-Cacciapuoti, originario de la localidad napolitana de Villaricca. La proximidad geográfica con Italia, el buen clima, la relativa semejanza del idioma, y que España es un punto neurálgico en el tráfico de drogas (la principal actividad de estos clanes), hacen de nuestro país el lugar ideal para que 'camorristas' de estos clanes se refugien en suelo español. La Guardia Civil también participó en la detención de otros 189 'camorristas' en Italia en estos siete años.

El Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha hecho balance de su actividad en 2014. La UCO detuvo el año pasado a 8.952 personas que se encontraban huidas de la Justicia y reclamadas por las autoridades judiciales. De todos ellos, 84 eran extranjeros (ocho de ellos italianos, cuatro integrantes de la Camorra). Si hablamos de gran delincuencia, los fugitivos de la Camorra, junto a narcotraficantes suramericanos, lideran el ranking de fugitivos. Miembros de clanes de la Camorra como Nino, Contini-Mariano, Giuliano, Mazzarela, Nuvoleta, Di Gioia, y sobre todo, Polverino, han sido arrestados en España. "Y eso si solo hablamos de Camorra, la mafia italiana más arraigada en nuestro país. España es el único país europeo que tiene localizados clanes de los cuatro tipos de mafias italianas; Cosa Nostra, Camorra, Ndrangueta y Sacra Corona Unita", señala un portavoz del Equipo de Huidos.

El conocimiento de la Guardia Civil en estos clanes es tal que incluso miembros de la Benemérita han dado conferencias en Nápoles, en la sede del Núcleo Investigativo del Comando de Carabinieri de Nápoles. "Algo impensable hace años. ¿Nos imaginamos en España a la Policía italiana dando una conferencia sobre ETA?" Investigar a los clanes de la Camorra y detener aquí a sus huidos es muy complicado. "Son las investigaciones más complejas. Por su capacidad económica y logística, tienen dinero, bienes y documentación falsa para esconderse muy bien". Acabar, por ejemplo, con el clan Polverino supuso tres años de investigación. Solo en nuestro país, este clan tenía 257 propiedades inmobiliarias, 69 empresas y 236 cuentas bancarias. "Es sin, duda, el caso que más satisfacción nos ha dado", señalan en el Equipo de Huidos.

En 2014, los delincuentes italianos fueron los segundos en número de extranjeros detenidos por el Equipo de Huidos de la UCO, solo superados por los rumanos. No es de extrañar, debido a la alta colonia de rumanos que viven en España. Los extranjeros que huyen de sus países buscan otros destinos donde pasar desapercibidos, y qué mejor que pasar inadvertido en otro país donde tu colonia de compatriotas es muy alta. Rumanía e Italia, junto a Francia, son los países que más detenidos en España reclamaron.

Las periferias de las grandes ciudades, la costa mediterránea y la costa andaluza suelen ser los sitios preferidos elegidos por los delincuentes extranjeros para ocultarse en España, "aunque cada caso es único y no hay patrones iguales". La UCO se dedica a perseguir a los más peligrosos, y a los que más capacidad de esconderse tienen. Aquí entran los grandes narcotraficantes suramericanos. Hay casos más difíciles que otros.

Por ejemplo, la detención de Jaime Antonio Mandujano, un narco mexicano reclamado por la DEA norteamericana, fue relativamente sencilla. El capo del cartel de Sinaloa cayó en septiembre de 2014 en Madrid cuando intentaba regresar a México. EEUU le acusa de meter 148.000 kilos de coca y 150.000 de marihuana en su país. Allí está condenado a cadena perpetua. Apenas estuvo un par de semanas en Madrid y la inteligencia norteamericana le tenía controlado.

Más complicada fue la detención de Víctor Alfonso Mosquera Pérez, alias Palomo o El Negro Mosquera, uno de los dirigentes de clan de los Urabeños, "el grupo criminal paramilitar mejor estructurado de Colombia", según la Guardia Civil. Vivía a todo lujo en La Finca de Pozuelo (Madrid), donde pagaba 4.500 euros de alquiler al mes y "podía llegar a gastarse en un día 8.000 euros en compra. En los seguimientos, vimos que se gastó 1.000 euros en una camiseta". Era el jefe de los sicarios de la organización. Un trabajo arduo en muchas ocasiones que ha permitido que cuatro de los diez fugitivos más buscados el año pasado por la UCO cayeran en las manos de la Guardia Civil.

Miembros de la Camorra, narcotraficantes suramericanos, pederastas británicos, ladrones rumanos, estafadores rusos... incluso españoles que huyen al extranjero, como Luis Battle Vilaseca, detenido en octubre del año pasado en Tailandia mientras trabajaba de chef en un restaurante. Huido de la Justicia española tras estafar 2.500.000 euros a más de 5.000 ciudadanos de diversos países sudamericanos.

España también es refugio de asesino profesionales. La UCO detuvo en mayo de 2014 al ruso Dimitry Zavyalov, sobre el que pesaba una orden internacional de búsqueda y detención por su implicación en, al menos, 33 asesinatos cometidos en su país. Miembro de la mafia rusa, traficaba con armas y explosivos. Tras estar huido en Francia, quería instalarse en la Costa Brava con su novia.