Las líneas que circulan cerca de las obras de El Portillo (la 25, 31, 32, 33, 36 y 51), así como la 23, la 30 y la 53, son en la actualidad algunas de las que más esperas producen. Muchas de ellas tienen frecuencias que oscilan en torno a los 5-10 minutos, pero, sobre todo a última hora de la tarde, llegan a acumular demoras de 15 minutos y hasta de más de 20.

La línea 25 suscita desde hace meses numerosas críticas por parte de los usuarios, que denuncian demoras de hasta una hora. El exceso de tráfico, que se acentúa de forma especial a última hora de la mañana y de la tarde, es una de las principales causas que explica estos retrasos. En este punto coinciden tanto los conductores como la propia empresa concesionaria, Tuzsa. Los sindicatos añaden que los tiempos de recorrido están obsoletos. Obras e incremento de la demografía y del parque móvil tienen que ver en ello.

Más viajeros y kilómetros

En los tres primeros meses del año los autobuses urbanos han recorrido 200.000 kilómetros más que en el mismo periodo del año pasado (5,2 millones en total) y han registrado un millón más de usos (31,4 millones).

Los conductores se quejan de que este incremento determina esperas más largas para el usuario. Hoy se reúnen con la empresa para intentar negociar una salida a los paros parciales convocados del 22 al 27 de mayo.

Más autobuses y conductores

Para contrarrestar los problemas que genera el denso tráfico de Zaragoza en horas punta, Tuzsa ha realizado diversas mejoras en la flota. En un año ha añadido 51 vehículos nuevos (entre sustituciones de los viejos y autobuses totalmente nuevos) y en lo que va de éste ya se han encargado 15 más. Desde enero se ha contratado a 50 conductores y se han puesto en marcha tres nuevas líneas. Se han instalado mejoras o refuerzos en una quincena de líneas. Sin embargo, estas medidas no terminan de convencer a los sindicatos. «Estamos en situación de alerta roja y los usuarios lo notan», explica Javier Anadón, del CUT.