El hombre fallecido tras el incendio de su vivienda en Manzanares vivía solo y tenía movilidad reducida

El Ayuntamiento de Manzanares ha asegurado que el hombre de 71 años de edad, que ha fallecido este jueves tras el incendio de su vivienda, tenía movilidad reducida como consecuencia de una discapacidad física y vivía solo en el piso incendiado, un bajo situado en la esquina de la calle Molinos de Viento con la calle Concha Espina.

El Ayuntamiento de Manzanares ha asegurado que el hombre de 71 años de edad, que ha fallecido este jueves tras el incendio de su vivienda, tenía movilidad reducida como consecuencia de una discapacidad física y vivía solo en el piso incendiado, un bajo situado en la esquina de la calle Molinos de Viento con la calle Concha Espina.

En nota de prensa el Consistorio ha explicado que los vecinos del bloque de pisos situado en la calle Molinos de Viento 22 de Manzanares, donde esta madrugada se produjo el incendio que ha costado la vida a un hombre de 71 años de edad, han destacado la rápida actuación de los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar de los hechos y que después han tenido que ser atendidos en el Hospital 'Virgen de Altagracia' debido al humo inhalado durante su intervención. Ambos han recibido el alta a mediodía.

También han sido atendidas en el Hospital por cuadros de ansiedad dos mujeres mayores, vecinas del bloque de pisos, que recibieron el alta al poco tiempo.

Según el relato de los vecinos colindantes al bajo siniestrado, alrededor de las 6.15 horas escucharon los gritos del afectado. Al detectar el olor a humo rápidamente llamaron al 112. "Nada más colgar, la Policía ya estaba aquí", narró una vecina que resaltó la eficaz actuación de los agentes accediendo al piso en medio de la humareda y desalojando el bloque, de veintidós pisos y cuatro alturas.

También llegó al instante un camión bomba del parque de bomberos de Manzanares, cuyos efectivos sofocaron el fuego originado en el dormitorio por causas que se desconocen. El hombre fue rescatado del mismo en estado muy grave, falleciendo poco después en el hospital.

Los vecinos, que a esas horas dormían, apenas tuvieron tiempo de ponerse un abrigo y salir a la calle en la gélida madrugada hasta que los bomberos sofocaron las llamas, airearon el edificio y permitieron el realojo.

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