Durante la época estival, el Xeral trabaja al 70% de sus posibilidades. Desde el Servicio Galego de Saúde (Sergas), aseguran que el cierre de camas que se produce en los meses de julio y agosto, debido a los permisos vacacionales del personal sanitario, «se intentará minimizar, pero es algo inevitable». Aunque aseguran que esta medida no agravará las listas de espera ni afectará la calidad del servicio, ya que en verano se produce «una menor presión asistencial».

Este año, la nota positiva vendrá desde del Hospital Clínico Cíes que, al contrario que en otras ocasiones, no cerrará sus quirófanos. Asimismo, este centro asumirá las intervenciones urgentes que no puedan ser atendidas en el Xeral debido a las obras de mejora.

En cuanto al cierre de camas tanto en el Hospital do Meixoeiro como en el Nicolás Peña, todavía no hay una cifra fijada, que estará sujeta, en palabras de responsables del Sergas, a la «correcta adecuación de los recursos asistenciales según la demanda real que se produzca en cada momento».

Por su parte, desde el sindicato CIG critican este tipo de argumentos para clausurar camas cuando «tenemos unas listas de espera tan nefastas». Según el último cómputo realizado por Sanidade, más de 5.900 personas del área sanitaria de Vigo están a la espera de una intervención quirúrgica.

Preocupación vecinal

Los vecinos no consideran que la afluencia de usuarios disminuya con la llegada del verano. «Los servicios de urgencias de colapsan un día sí y otro también por lo que nos preocupa que en verano vuelvan a quitar camas», comenta Dolores Casariego, vocal de Sanidade de la Federación de Asociacións Veciñais de Vigo (Favec). En su opinión, deberían gestionarse de otro modo las vacaciones del personal porque «restando camas lo único que se consigue es agravar la ya mala situación sanitaria que se vive en el área de Vigo».