El responsable del Área Institucional del EBB del PNV, Koldo Mediavilla, ha acusado a la izquierda abertzale de tener "falta de decisión o de arrojo para hacer frente a sus problemas" y ha incidido en que, pese a que "la incomunicación" entre la formación jeltzale y Sortu se ha roto, "los resultados efectivos de esa nueva relación parecen todavía lejanos".

En una artículo publicado en su blog, recogido por Europa Press, el dirigente jeltzale ha advertido de que pese a que "la crítica política" contra el PNV es "asumible", no lo es sin embargo "la presión, la pintada, el ataque", por lo que "así no resulta creíble ninguna posibilidad de sintonía común, y mucho menos llamar a manifestarse conjuntamente en defensa de objetivos legítimos".

Tras manifestar que la izquierda abertzale sigue sin tener "la valentía de mirarse a ella misma", lamenta que no analice su "propia responsabilidad" o asuma que "lo que le pasa tiene mucho que ver con su incapacidad, su falta de decisión o de arrojo para hacer frente a sus problemas".

Mediavilla, que critica que cada vez que el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, "menciona al PNV lo hace para darle un arañazo o para tensionar las relaciones", recuerda a la izquierda abertzale que "ni Aiete trajo las conversaciones con los gobiernos francés y español, ni Mariano Rajoy moverá un dedo favoreciendo el desarme o facilitará una nueva política penitenciaria".

"No terminan de percibir que su lógica no vale y que quedarse de brazos cruzados esperando que la sincronización de movimientos lleve a la resolución del conflicto no hace sino perder el tiempo y prolongar infecundamente la espera del milagro que no será", indica en referencia a la izquierda abertzale, para acusar además a Sortu de "alimentar la zozobra de quienes en su parroquia fueron alimentados con la esperanza de que sus males acabaran pronto".

En esta línea, califica de "liturgia" la manifestación que el próximo sábado recorrerá las calles de Bilbao a favor del fin de la dispersión de los presos de ETA y que cree que servirá como "el desfogue colectivo de una tribu que sigue sin ver la tierra prometida" mientras utilizan de "chivo expiatorio" al PNV.

"Hace un año, el colectivo de presos -EPPK- anunció que reconocía el daño causado y que se acogerían a las iniciativas que ofrece la actual legislación para resocializar su futuro. Un año después, agua de borrajas. No porque Madrid haya estado inmóvil -que también-, sino porque no ha habido medidas prácticas individuales que lo hayan hecho posible. Es decir, que los presos no han dado los pasos que anunciaron dar", recuerda.

Asimismo, incide en que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha "planteado alternativas" a través de los programas 'Hitzeman' o 'Zuzen bidean'.

"En febrero del año ahora agotado se nos anunció el inicio del desarme de ETA. Mucho ruido y pocas nueces... pero nada más que un vídeo de mal gusto y un comunicado confuso", expresa.

A su juicio, es como si ETA "condicionara" la entrega de sus armas a que el Gobierno español las recepcionara en un gesto que "interpretara algo así como una mesa de negociación". "Y el paradigma nuevamente falla. España no quiere sus armas, no al menos en una entrega en la que su ejecutivo se vea comprometido", añade.

Plan de desarme

En este sentido, valora que el Ejecutivo vasco haya planteado una propuesta unilateral de desarme, "rápida, viable y efectiva" para acabar con el "estancamiento" tras tres años ya del cese de la actividad violenta. "A Pernando Barrena tampoco le ha gustado. Ni hacen ni dejan hacer. Y encima insultan", lamenta.

Mediavilla recuerda además que PNV y Sortu llevan meses de contactos, se ha "roto la incomunicación y las vías de diálogo, afortunadamente, permanecen abiertas", pero reconoce que "los resultados efectivos de esta nueva relación parecen todavía lejanos".

"Estas buenas intenciones se estrellan una y otra vez con la triste realidad del activismo irreductible de algunos que siguen instalados en la presión y la denostación del adversario", advierte.

Por ello, defiende que así "no resulta creíble ninguna posibilidad de sintonía común y mucho menos llamar a manifestarse conjuntamente en defensa de objetivos legítimos".

"No. No es la 'soberbia' de Urkullu o del PNV la que impide avanzar en esta línea. Hágaselo mirar la izquierda abertzale y no recree la realidad desde su óptica. Mírese al espejo y pregúntese por qué es incapaz de alcanzar acuerdo alguno con nadie. La respuesta la encontrará reflejada enfrente de sí. En el cristal del espejo", finaliza.