El consejero de Economía, Graciano Torre, ha explicado este miércoles que el Gobierno asturiano, una vez despejada la amenaza de cierre de Alcoa, tratará de trabajar "a dos bandas": con el Ejecutivo central para lograr una estabilidad en la tarifa eléctrica, y con la empresa para que se comprometa con esa estabilidad, aplicando inversiones de futuro.

En declaraciones a los medios Torre ha mostrado su satisfacción porque se haya eliminado "el peligro inmediato", en referencia la retirada por parte de la empresa de un potencial plan de despidos para sus plantas de A Coruña y Avilés. La Compañía lo informaba este martes, una vez confirmados los resultados obtenidos en la segunda subasta de interrumpibilidad.

"Ahora toca trabajar para eliminar la incertidumbre del futuro", ha señalado. "Se despeja con la subasta de ayer el peligro de deslocalización y de cierre en enero de Avilés y A Coruña porque la empresa consiguió prácticamente todo lo que tenían en 2014", ha añadido, para puntualizar, eso sí, que "no podemos estar en esta incertidumbre permanentemente". "Dentro de diez meses podemos estar ante las puertas de otra subasta donde Aloca, o cualquier otra empresa (recuerda que también concurrieron a la puja Arcelor y Asturiana de Zinc) puede quedar sin interrumpibilidad".

Así, pide que se de "una estabilidad en los precios, y se permita a los gobiernos, y a la sociedad en general, reclamar inversiones para que las empresas tengan una estabilidad de futuro y no estén someetidas de manera continua a estas presiones".

El consejero anuncia por tanto que "por una parte el Gobierno asturiano trabajará con el de España en esa exigencia para buscar un sistema de precios estables, y por otra con la propia compañía para que se comprometan con esa estabilidad de futuro con la planta".