En una época en la que los centros comerciales se han convertido en puntos de encuentro de amplios sectores de la sociedad, desplazando a lugares más tradicionales como las plazas, unos treinta grupos de vecinos de Madrid construyen espacios alternativos para juntarse y construir el barrio que ellos quieren: los huertos urbanos.

De los por lo menos treinta huertos urbanos de Madrid, una decena de ellos están en riesgo de desmantelamiento por hallarse en suelo dotacional (o sea, destinado a construcciones públicas) que no está siendo utilizado por la Administración. Es por ello que buscan blindarse en contra de esta posibilidad, y para ello negocian con el Ayuntamiento.

Los suelos dotacionales dependen del Área de Urbanismo y los vecinos que gestionan los huertos reclaman que se les ceda temporalmente el terreno mientras no se le esté dando uso o se les asigne una zona verde y se les regularice. En algunos casos, el terreno lleva décadas en desuso.

"Nosotros aprovechamos un suelo dotacional abandonado desde hace décadas; hace meses que solicitamos una concesión del espacio al Ayuntamiento, pero nos responden con silencio administrativo", dice Roberto, del Huerto de la Alegría, en el distrito de Ciudad Lineal.

"Sabemos que no van a hacer ni una residencia de ancianos, ni una biblioteca: si así lo hicieran, no tenemos ningún problema en ponernos en la azotea", agrega.

Los huertos ubicados en suelo dotacional están siendo representados por la Red de Huertos Urbanos y el área de huertos de la Federación de Asociaciones Vecinal de Madrid (FRAVM) en las negociaciones con el Ayuntamiento para regularizar su situación administrativa.

"Confiamos en las negociaciones que mantienen la Red de Huertos y la FRAVM para que la administración dé los pasos correspondientes en la regularización de estos terrenos, o por lo menos que nos indique una zona verde a donde movernos dentro de nuestro distrito", dice Gala, del Huerto de Quinta de los Molinos, cuyos vecinos comenzaron a trabajar en mayo de 2012 en un terreno en desuso sin saber que se trataba de suelo dotacional.

Aunque no hayan podido entrar en la regularización, por ahora les dejan utilizar el terreno porque desarrollan actividades comunitarias (un grupo de adultos con discapacidad intelectual hacen trabajos de huerto, organizan talleres con colegios y guarderías, así como de construcción con palés).

El Área de Movilidad y Medio Ambiente, responsable del concurso para las parcelas de zonas verdes, no se ha pronunciado acerca de aquellas que no son de su competencia, y no fue posible contactar con el área de Urbanismo.

En Madrid hay más de una treintena de huertos urbanos de diferentes tipos. El Ayuntamiento sacó a concurso 15 parcelas utilizadas para huertos ubicados en zonas verdes que dependen del Área de Movilidad y Medio Ambiente. Se descuenta que la asignación de los permisos se dará a los vecinos que ya están trabajando en el terreno. El consistorio pagará 226.678,45 euros a la empresa Ingeniería de los Recursos Naturales, que se adjudicó el contrato. Hay dos terrenos en zonas verdes que también formarán parte del concurso pero que por defectos de forma no entrarían en esta primera hornada de regularización.

Existen otros huertos que tienen permisos formales de utilización del suelo dotacional, aunque de forma temporal.

Uno de ellos es el Huerto del Colegio Siglo XXI, en Moratalaz, que tiene una cesión del terreno hasta mediados de 2016. Los vecinos se muestran optimistas respecto a su continuidad más allá de ese plazo.

"Confiamos en que el año que viene la situación sea propicia para hacer una prórroga o recalificar el terreno", dice Jose, participante en la iniciativa.

En Lavapiés, los vecinos que gestionan el espacio Esto es una plaza ya presentaron al Ayuntamiento la solicitud para que les sea concedido un nuevo permiso de utilización de este terreno sobre suelo dotacional que llevaba 20 años en desuso antes de que el colectivo lo convirtiera en un espacio comunitario. Su permiso de uso vence a finales de 2014.

"Las negociaciones para que nos den un nuevo permiso de utilización por el momento van fluidas, tuvimos encuentros, nos pidieron un proyecto, una memoria, lo hemos entregado la semana pasada, con la solicitud de uso para el espacio, somos optimistas, pero hasta que no esté firmado, no podemos decir nada concreto", dijo Alessandro, del grupo de vecinos que coordinan el espacio.

Los huertos urbanos no tienen una motivación de supervivencia, sino de recuperación de espacios para los vecinos, alejados de intereses económicos.

“Son herramientas de convivencia vecinal, espacios de educación ambiental, para hablar temas como la soberanía alimentaria, la agroecología, etc. Son espacios multifuncionales”, explica José Luis Fernández, de la FRAVM.

"Nosotros no pretendemos alimentar a nadie, sino ser un centro de reunión, de comunicación, de hacer barrio contra el individualismo", explica Roberto, del Huerto de la Alegría.

"Nuestro huerto es una plaza del pueblo, los vecinos que quieren pasar pues charlan y comparten, completa", dice Gala sobre el huerto Quinta de Los Molinos, quien además valora positivamente la próxima regularización de 17 huertos en zonas verdes y espera que una nueva oleada de legalizaciones les incluya.

"La producción de los huertos es muy baja en cantidad, las hortalizas son un pretexto para liberar espacios públicos, con mínima intervención de la administración, para que la comunidad desarrolle sus propias normas: son pequeñas escuelas de democracia y de gestión de los bienes comunes", explica Pablo Llobera, de la Red de Huertos Urbanos y participante del Huerto El Tablao de la Compostura, en Las Tablas.

(Datos: FRAVM, Red de Huertos Urbanos)

(Datos: FRAVM, Red de Huertos Urbanos, Ayuntamiento de Madrid)