Las humedades pueden ser el origen de graves problemas en la edificación y en la vivienda. Causan pérdida de solidez en los muros de carga y afectan directamente a la seguridad de edificios, viviendas y construcciones. De no atajarse a tiempo, se puede llegar a asentamientos de muros maestros.
Vayan de entrada unos cuantos consejos para prevenir humedades:
- Cierra las puertas de las estancias más húmedas, sobre todo cocina y baño.
- Instala doble acristalamiento en las ventanas.
- Evita las puertas y ventanas metálicas.
- Mejora el aislamiento exterior y elimina los puentes térmicos.
- Asegura una buena ventilación.
- Cada tres años revisa fisuras en la fachada.
- Los golpes en puertas y ventanas pueden ocasionar fisuras.
- Vigila que las tejas estén bien colocadas.
- Limpia una vez al año canalones, bajantes y elementos de desagüe.
Pero es cierto que la humedad suele superar cualquier barrera. Hay en todo caso maneras de frenar su recorrido. Como explica Consumer Eroski, una de ellas consiste en el uso de placas o planchas antihumedad, especialmente en cuartos de baño y cocinas. Se instalan en paredes y techos con este fin. Son impermeables y están fabricadas en pladur o en cemento.
Se emplean tanto en interior como exterior. En fachadas, las placas resisten los efectos del viento y de la lluvia. Algunas planchas no requieren estructura metálica; también existen otras preparadas para ser utilizadas en el suelo. Con ellas, se evita la aparición de manchas, así como la formación de hongos y moho.
Básicamente hay dos tipos de estas placas, de cemento y de pladur:
- Placas de cemento
Están compuestas por una mezcla de cemento Portland y otras fibras. Se caracterizan por su dureza e impermeabilidad. Algunas hasta permiten la evaporación de la humedad para eliminar olores. - Planchas de pladur
Están indicadas para zonas de acumulación de humedad, en particular el cuarto de baño y la cocina. Se pueden poner durante las obras o se aprovecha una reforma para colocarlas. Su instalación es similar a la de las planchas de pared convencionales, y son muy parecidas incluso en su aspecto. La diferencia radica en que estas se someten a tratamientos especiales para repeler el agua.
Existen diferentes acabados, en suelos admiten revestimientos cerámicos o de madera y se pueden pintar o alicatar. Para pintar es preferible utilizar productos antimoho o antihumedad, debido a que no taponan los poros. En el caso del alicatado, hay que extender sobre las placas una capa de imprimación para mejorar la adhesión de las piezas de cerámica.
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