Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Santiago detuvieron en los últimos días a 7 personas por un presunto delito contra la salud pública y desmantelaron así tres puntos negros de venta de droga existentes en la ciudad.

Los integrantes del grupo, todos ellos con antecedentes, adoptaron numerosas medidas de seguridad para evitar ser detectados por la Policía. Así, llegaron a tener activos al mismo tiempo cinco pisos en los que se vendía droga, dispersos por el ensanche de la ciudad, y los abandonaban "precipitadamente" si sospechaban que la presión vecinal o el movimiento de clientes podía alertar a la Policía.

Según la Policía, la comercialización de la droga no sólo se realizaba en las viviendas, sino que también alguno de los toxicómanos habituales la distribuía para costear su propio consumo. A raíz de esta conducta, el grupo llegó a suministrar 5.000 dosis de cocaína y aproximadamente otras 5.000 dosis de heroína al mes.

Además de los integrantes del grupo de distribución, en la operación también fue detenido el individuo que les facilitaba la droga, procedente del barrio de O Bao, en Pontevedra.

En los registros, además de diversas sustancias estupefacientes —500 dosis de cocaína y 100 dosis de heroína—, se localizaron trankimazín y metadona, que distribuían cuando no disponían de cocaína o heroína. Asimismo, se intervinieron 2.085 euros, dos ordenadores portátiles, dos relojes, dos videoconsolas y 15 terminales de telefonía móvil.