La actividad emprendedora en Galicia descendió en 2013 más de un punto con respecto al año anterior, hasta situarse en una tasa del 4,11 por ciento (que representa el porcentaje de población adulta en proyectos de menos de 42 meses de actividad). En paralelo a esta caída, se observa también que se ha visto reducido el porcentaje de quienes se involucran en estos negocios "por necesidad", pues casi el 70 por ciento lo hace por haber detectado una "oportunidad".

Así lo concluye el informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) referido al año 2013 en la Comunidad gallega, que ha sido presentado este lunes en la Confederación de Empresarios de Galicia. Según sus datos, la tasa de actividad emprendedora ha aumentado entre 2011 y 2012, al pasar de un 4,72 a un 5,13 por ciento, pero ha experimentado una bajada en el último ejercicio.

Según ha explicado a los periodistas el director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Javier Aguilera, quien ha comparecido junto con el líder de la patronal gallega, José Manuel Fernández Alvariño, la caída puede deberse a la "falta de financiación" que se padeció durante el año 2012.

Ese año, como ha recordado, "la prima de riesgo alcanzó el máximo", de modo que el "ambiente" que se vivía era "de tensión, de pesimismo y de incertidumbre absoluta". Y, a su juicio, en ese escenario "es muy difícil no sólo desarrollar nuevos productos dentro de las empresas, sino también ser emprendedor".

En concreto, según el informe GEM, el descenso se produce principalmente en la primera fase del proceso emprendedor, esto es, en las iniciativas nacientes, que se reducen un 40 por ciento frente al año anterior. Por el contrario, los proyectos nuevos, aquellos que aún no han superado los tres años y medio de antigüedad, pasan de constituir un 1,81 por ciento en 2012 a un 2,15 por ciento el pasado ejercicio.

Cae más el emprendimiento femenino

Atendiendo al sexo, la tasa de emprendimiento femenino cae desde el 4,49 hasta el 3,42 por ciento; mientras que el masculino pasa de constituir el 5,79 al 4,8 por ciento.

En cambio, en 2013, las mujeres gallegas superaron en 0,21 puntos a los hombres en iniciativas nuevas; y mejoraron también el dato de las mujeres emprendedoras españolas. Y es que, en Galicia fueron el 2,25 por ciento, frente al 1,73 por ciento del Estado.

A nivel nacional, el índice de Galicia se sitúa más de un punto por debajo del español, que alcanza un 5,21 por ciento, y muy lejos de comunidades como La Rioja, donde llega al 7,04 por ciento. El más bajo se encuentra en Euskadi, con un 2,96 por ciento.

Obstáculos para emprender

En el estudio también se reflejan los obstáculos que se encuentran los gallegos que recurren al autoempleo. En primer lugar, los expertos sitúan la falta de apoyo financiero, con un 54,76 por ciento; muy por delante de otros aspectos como las normas culturales y sociales (9,52%), la apertura del mercado (7,14%) y las políticas del Gobierno (4,76%).

Es por ello que los expertos consultados proponen fomentar el apoyo financiero y mejorar los programas gubernamentales y en la educación para introducir la cultura emprendedora desde la base y, así, "potenciar el emprendimiento en Galicia".

Con todo, el porcentaje de personas que percibieron oportunidades para emprender en Galicia se incrementó en más de un punto en 2013, al pasar de un 11,29 a un 12,41 por ciento.

Principales características de las empresas

Por sectores, un año más, el mayoritario en las iniciativas emprendedoras es el del consumo, seguido de los servicios a las empresas y del sector transformador.

Además, tras la mayor parte de estos proyectos empresariales está un único propietario que no cuenta con empleados. Su naturaleza innovadora es escasa, al igual que su tecnología.

Perfil de los emprendedores

En cuanto al perfil del emprendedor, es un hombre español de unos 38 años, con estudios universitarios o de FP y con formación específica para emprender, que desarrolla su iniciativa en un entorno urbano y le dedica su jornada al completo. Vive en un hogar con menos de cuatro miembros y su renta anual no llega a los 30.000 euros.

La mayoría (51,46%) de las emprendedoras, por su parte, tiene entre 25 y 34 años; y casi un 40 por ciento tiene estudios universitarios. Con su residencia fijada en el ámbito urbano y una renta superior a los 20.000 euros anuales, también se dedica a su negocio a tiempo completo y su familia no llega a cuatro integrantes.