Yo vivo en Bilbao desde el año 2001, cuando vine a trabajar a un estudio de arquitectos de aquí. Estuve en fiestas y, aunque siempre he sido muy de San Fermín, me encantaron.

¿Qué trató de transmitir con su cartel?

Sobre todo el espíritu de fiesta. Las fiestas de Bilbao son muy participativas y su cara es la propia gente que sale a la calle. Pensé que qué mejor que elegir a los dos personajes más característicos de la Aste Nagusia para transmitir ese espíritu.

Dice que le gustan las fiestas, ¿qué suele hacer?

Supongo que lo mismo que todos los bilbaínos. Salgo con la cuadrilla a tomar unos potes, comer, cenar y por supuesto, la fiesta de la noche.

¿Y qué es lo que más le gusta de ellas?

La multitud que se concentra y el ambiente que rodea a esa multitud.

Este año las vivirá de otra manera, ¿no?.

Desde luego, si antes salía dos o tres días, creo que esta vez lo haré todos los días.

¿Qué hace un arquitecto haciendo carteles?

Siempre me ha gustado el diseño. Además, soy aficionado a la fotografía y al tratamiento informático de las imágenes.

¿Así diseño el cartel?

Efectivamente. Partí de varias imágenes digitales y las traté mediante un programa informático. Me encantan las posibilidades que ofrecen estos programas.

La imagen muestra las caras muy de cerca.

Sí. No me gustan los elementos figurativos. Prefiero centrarme en los detalles. Además, así se pueden distinguir los personajes desde lejos.

¿Se refleja su profesión de alguna manera en el cartel?

Tanto en mis trabajos profesionales como en mis diseños artísticos, trato de ser lo más contemporáneo posible, y creo que eso ha quedado reflejado.

¿Había presentado antes algún cartel a este concurso?

En San Fermín me he presentado unas cuantas veces, pero creo que mis carteles no llegaron a nada porque eran demasiado abstractos. Con éste cambié un poco el chip.

Es decir, que en Bilbao ha sido llegar y besar el santo...

Pues sí. La verdad es que me presenté casi de churro, porque fui a imprimir el cartel que tenía pensado para San Fermín y me dijeron que estaban a tope en la imprenta entre lo de Pamplona y lo de Bilbao. Miré las bases de este concurso y vi que aún tenía cuatro días para inscribirme...

¿Lo hizo en cuatro días?

Me puse a trabajar a tope y llegué a tiempo.

Ha ganado 3.800 euros, el dinerito viene bien, ¿no?

Claro que sí, no le voy a engañar, pero creo que va salir tan rápido como entre.