La presidenta del Observatorio de Violencia de Género, María Ángeles Carmona, ha demandado este viernes más "especialización" en los juzgados, sobre todo los de lo Penal, y que se acorten los plazos de los juicios rápidos.

En una conferencia pronunciada en el Parlamento de Canarias, ha dicho que el plazo actual es "extremadamente largo", lo que aboca a la mujer afectada al sufrimiento y la incertidumbre, y por ello, también ha solicitado a las Comunidades Autónomas que dediquen más recursos económicos para aumentar la plantilla de jueces de apoyo y funcionarios.

Carmona también ha aprovechado su intervención en la Cámara regional para decir que es "incierto" que los juzgados se colapsen por atender denuncias falsas, lo mismo que el "mito" de que la violencia de género afecta principalmente a ciudadanos extranjeros, haciendo hincapié en la encuesta de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales que subraya que 13 millones de mujeres europeas han recibido maltrato.

A su juicio, este fenómeno "no es algo de mujeres que salen en los telediarios, que surge en otras culturas o en otros niveles, está entre nosotros y es más frecuente de lo que podamos imaginar". De hecho, ha apuntado que se calcula que solo el 20 por ciento de los hechos son denunciados. "Hay mujeres que sufren y nunca lo sabremos", ha comentado.

Asimismo, ha insistido en que la violencia de género es un "gravísimo atentado" a los Derechos Humanos, y se acabará "si toda la sociedad dice no". Por ello, ha apelado a "cambiar el chip" y que todos pongan su "granito de arena".

Carmona se ha referido también al impacto de la violencia de género en la infancia, ya que en muchas ocasiones se "instrumentaliza" o "manipula" a los niños para hacerle daño a la mujer. Según Unicef, si un menor es testigo de violencia de género, tiene secuelas psicológicas parecidas a los que sufren abusos sexuales. Hay unos 800.000 niños que son víctimas directas, y el año pasado, por ejemplo, murieron seis.

"no hay que aguantar ninguna actitud"

Carmona ha insistido en que "no hay que aguantar ninguna actitud" ya que el amor "es libertad, no sufrimiento", y ha señalado que tolerar el control en las redes sociales, la forma de vestir o el aislamiento de su familia y amigos, "son el primer escalón para ser vulnerable a una violencia más grave".

Sobre el impacto de la crisis económica, ha afirmado que hay "recursos de sobra" para atender a una mujer si decide denunciar un episodio de violencia de género, ya que es una "cuestión de Estado", aunque no ha ocultado que la precariedad económica ha incrementado los casos en el ámbito familiar.

Desde el punto de vista educativo, ha apelado a una mayor "transversalidad", incidiendo en que muchos profesores advierten conductas machistas en las mismas aulas. "La desigualdad social es lo que provoca la violencia de género", ha comentado, remarcando que los niños tienen que "dejar de aprender que tienen que dominar".

Carmona ha concluido el coloquio diciendo que "una bofetada es un delito", y a los jóvenes les ha advertido de que "los celos no son amor, son inseguridad".