Seis de cada diez españoles que emigraron a otros países en los seis primeros meses de 2014 eran nacidos en España, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

En total, de enero a junio salieron de nuestro país 206.492 personas (42.685 españoles y 163.807 extranjeros), un 23,44% menos que en el mismo período de 2013. La cifra de los que entraron fue, por contra, de 156.066 (17.951 españoles y 138.115 extranjeros), un 22,1% más que en el mismo período de 2013.

De los 42.685 españoles emigrados entre enero y junio —un 15,5% más que en el semestre anterior, un 17,3% más respecto al mismo período de 2013 y la cifra más alta para un primer semestre de año desde 2011, año desde el que se puede consultar este dato—, 27.026 eran nacidos en España. Y de ellos, 13.042 terminaron en algún país de la UE.

La mayoría fueron a parar a Reino Unido (3.577), Alemania (3.021) y Francia (2.987). Estos tres Estados han sido los que más españoles han acogido en los últimos años dentro la UE, aunque también los que presentan más españoles, nacidos en España, retornados. Pero lo interesante está en el saldo migratorio (salidas menos entradas).

Entre los años 2008 y 2013, desde que dio comienzo la crisis, la emigración a países de la UE de españoles nacidos en España —el INE contabiliza también los nacidos en el extranjero, de forma desagregada— ha aumentado un 83,6%; por contra, la inmigración ha caído un -9,9%. Así, el saldo migratorio de este colectivo en 2013 fue de -15.570 españoles, mientras que en 2008 había sido de -4.684.

Volvamos a los tres países europeos mencionados. El pasado año recalaron en el Reino Unido 5.762 españoles nacidos en España, un 78,7% más que en 2008; a Francia llegaron 5.334, un 96,7% más; y en Alemania acabaron un total de 5.095 españoles, un 173,9% más que hace cinco años (1.860), casi el triple.

¿Compensan estas cifras los que han vuelto de allí? No. Los saldos migratorios con estos países se han multiplicado por 2,6, 5,7 y 12,4, respectivamente. La franja de edad que tiene los saldos migratorios más bajos en esos países es la de los españoles entre 25 y 29 años, seguida de la de 30 a 34 años; los que se han quedado allí.

A fecha 1 de julio, la población española se situó en 46.464.053 habitantes —48.146 personas menos que el semestre anterior—, lo que refleja el continuo descenso poblacional iniciado en 2012. El saldo migratorio de 50.426 personas fue un 54% inferior al del semestre anterior.

El INE ha explicado que la población de españoles nacidos en España se ha reducido durante los seis primeros meses del año en 17.407 personas -en todo 2013 la reducción fue de 11.404-, pero la de españoles nacidos en el extranjero creció en 107.818 personas (un 6,3%) debido a las adquisiciones de nacionalidad.

En todo 2013 la población decreció en 215.691 personas, pero la población de nacionalidad española creció en 179.929 habitantes debido al proceso de adquisición de nacionalidad al que optaron 225.793 personas.

Entre enero y junio pasó algo similar: pese a que la población residente se redujo en 48.146 personas, las de nacionalidad española se incrementó en 90.410 habitantes. En esos seis meses 132.990 personas adquirieron la nacionalidad española.

La población extranjera se redujo entre enero y junio en 138.556 personas, un 3% hasta los 4,53 millones debido al efecto combinado de la emigración y de la nacionalidad. Por nacionalidades y en términos absolutos, destaca el aumento de la población italiana con 3.356 ciudadanos más, seguida, muy de lejos, por la francesa, con 547 más.

No obstante, el mayor número de personas que llegó a España procedió de Rumanía (16.323 entre enero y junio), Marruecos (11.680), Italia (7.592) y Reino Unido (7.336). Y entre los que abandonaron España también destacan los rumanos (25.890), los marroquíes (19.151), los ecuatorianos (7.896) y los bolivianos (7.564).

Por el contrario, los principales descensos registrados entre enero y junio los han protagonizado los ecuatorianos cuya población residente en España se ha reducido en 27.014 personas, seguida de la marroquí, con un descenso de 20.917 y de la colombiana con 18.873 personas menos.

Por comunidades autónomas, entre enero y junio la población se redujo en trece de las diecisiete encabezadas por el Principado de Asturias y Castilla y León, con un descenso en ambas del 0,43 %, y seguidas por Castilla-La Mancha (0,39 %), y La Rioja (0,37 %). Por el contrario, sólo aumentó en Baleares (0,53 %), Canarias (0,27 %), Murcia (0,14 %) y Andalucía (0,04 %).