La ferocidad del enorme tornado ha quedado registrado en las imágenes recogidas el pasado viernes por un equipo de caza tormentas en el estado de Oklahoma.

Se trata del huracán más devastador de los últimos ocho años en Estados Unidos. De hecho ha causado una docena de muertos. Sus rachas de viento, que superaban los 260 kilómetros por hora, devastaba un pequeño pueblo del estado de Kansas.

El ciclón lo arrasaba casi por completo. Nueve de cada diez casas han quedado destruidas. A lo que queda de ellas regresan poco a poco sus 1.500 habitantes. Todos tratan de recuperar lo poco que les ha dejado el temporal. Fotografías y otras pertenencias.

En varios municipios de Kansas y Oklahoma, la fuerza del tornado ha dejado paso a varias tormentas que han destrozado puentes y han inundado por completo sus calles.