El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha calificado de "imposible" hacer "compatible" la unidad de España "con el derecho a la independencia de sus territorios" y ha indicado que ninguna Constitución de nuestro entorno lo contempla.

Urquijo ha realizado estas manifestaciones durante la celebración del XXXVI aniversario de la Constitución que ha reunido en la sede de la Delegación del Gobierno en Vitoria a numerosas autoridades civiles y militares.

Carlos Urquijo ha señalado en su intervención que "abordar un proceso de modificación de la Constitución se ha convertido en la piedra de toque de cualquier intervención pública de muchos políticos de nuestro país". "Pareciera que la sola mención de esta voluntad obrara el milagro de terminar con la fatiga que algunos diagnostican para el modelo autonómico diseñado en 1978", ha añadido.

Respecto a la reforma de la Constitución, el delegado de Gobierno ha destacado que "la clave" de la reforma que "algunos plantean" es el modelo de Estado". Según ha indicado, ese modelo de Estado está cuestionado fundamentalmente por los partidos nacionalistas que, "por estar en el tuétano de su razón de ser, jamás aceptarán una Constitución que no recoja su derecho a segregarse de España, eso que llaman eufemísticamente 'derecho a decidir'.

"Hacer compatible la unidad de España con el derecho a la independencia de los territorios que la conforman -ha dicho- es un imposible que en derecho comparado ninguna Constitución de nuestro entorno contempla y que quienes creemos en la nación española no podemos aceptar".

El delegado del Gobierno ha indicado que la única reforma que interesa a los partidos nacionalistas es la "ruptura de España, un despropósito para ellos, para el conjunto de los españoles y sin recorrido en Europa".

CORRUPCIÓN

El delegado del Gobierno ha indicado, no obstante, que, aunque en los últimos meses se mantiene "plenamente vigente" esa reclamación de reforma de la Constitución "más por los políticos" que por el resto de la ciudadanía, cree que la corrupción es el principal motivo de "preocupación de los españoles inmediatamente después del paro".

Según ha apuntado, la corrupción se ha hecho "omnipresente" en la sociedad a través de los medios de comunicación y "ha alcanzado no solo a los responsables políticos institucionales sino que se ha extendido entre organizaciones empresariales y sindicales, causando una desafección ciudadana con respecto a nuestro sistema sin precedentes".

Por lo tanto, ha defendido que estamos "obligados" a poner "todos los límites legales imaginables y sancionar con dureza a quienes los rebasen". No obstante, ha apuntado que "la solución no está en manos de terceros".

"Grandeza y miseria son la cara y la cruz del ser humano, la codicia y la generosidad, el bien y el mal en definitiva están en nuestra naturaleza, forman parte de cada uno de nosotros. El Boletín Oficial del Estado o el Código Penal deben ordenar nuestra vida en sociedad, pero fiar la regeneración que necesitamos a unas inaplazables reformas legales no es suficiente", ha añadido.

A su juicio, la "recuperación de la decencia" y la "ejemplaridad" en la vida pública es una "apuesta sobre todo moral y como tal solo llegarán desde la reflexión y el compromiso individual".

Por último, Carlos Urquijo ha concluido su intervención con una llamada al optimismo sobre la coyuntura económica y ha señalado que las bases para la recuperación económica son "sólidas".

"Los indicadores macroeconómicos así lo indican y los sacrificios realizados en estos tres duros años por todos los españoles terminarán por ser percibidos también en las economías domésticas", ha señalado.