Sindicatos y Abanca empezarán la negociación sobre la modificación de las condiciones laborales que afecta a horario y sueldos de unos 4.800 trabajadores la semana que viene, después de dos reuniones previas a la apertura formal del periodo de consultas en las que no ha habido acercamiento entre las posturas de ambas partes.

Así, la entidad financiera sigue pretendiendo cambiar la jornada laboral, de forma que un total de 190 oficinas abran por la tarde —102 ya lo hacen actualmente— y de modo que la totalidad de la plantilla tenga una jornada flexible, en función de las necesidades de cada sucursal, con un tope de 1.680 horas anuales.

La empresa también busca, en cuanto a los horarios, equiparar lo que cobran los empleados de Abanca —que ahora suma los de Etcheverría a los de las antiguas cajas de ahorro gallegas— con la remuneración del resto del sector bancario, y variar fórmulas sobre la antigüedad. Todo ello lo justifica por razones de competitividad, ya que alega causas económicas.

Por su parte, los sindicatos protestan porque Abanca, aseguran, no puso documentación concreta sobre la mesa en los dos encuentros previos al periodo de consultas, cuando entienden que era el momento oportuno.

De hecho, CC.OO. y UGT han presentado este jueves un escrito a los representantes del banco con los que negocian las modificaciones para expresar su malestar por la "falta de contenido". Denuncian que no hubo "buena fe", y esta es una queja a la que se han unido el resto de centrales —Csica, Asca y CIG—.

Así, a la salida de la segunda reunión de la semana en la compostelana Praza de Cervantes, en la que ambas partes han permanecido otras tres horas este jueves —el mismo tiempo que el martes—, portavoces sindicales han lamentado que no hayan existido avances.

En este escenario, la entidad financiera iniciará el periodo de consultas en los próximos días, cuando convocará una nueva cita con los representantes de los trabajadores. De acuerdo con el plazo fijado para esta fase, de 15 días, la previsión es que el proceso se finalice, con o sin acuerdo, antes del arranque de la navidad.

CC.OO.

En declaraciones a los medios, el portavoz de CC.OO. en Abanca, Luis Mariño, ha considerado "excesivo" que se abra el periodo de consultas ahora, al reclamar "más datos para poder analizar" una propuesta que, de lo que conocen, rechazan "en su totalidad".

"Para esto no nos volvemos a juntar, está claro", ha subrayado Mariño, antes de recordar que Comisiones, UGT y Csica firmaron un ERE en el pasado "que contemplaba la apertura de esas 88 oficinas" que en estos momentos persigue abrir la entidad de 16,30 a 19,00 horas.

"¿Por qué no lo han hecho hasta la fecha si ya lo teníamos aprobado?", se ha preguntado. Las respuestas recibidas en el interior de la sede del banco fueron, según ha dicho, "un tanto ambiguas".

UGT

Por parte de UGT, José Ramón de Pliego ha constatado que "sin documentación es muy difícil poder negociar", por lo que ha visto "viciado" el proceso, al exigir el convenio colectivo que haya "buena voluntad" de las partes.

Además, ha mostrado su discrepancia acerca de las cifras que aporta Abanca relativas a la ratio de eficiencia de la entidad. "Les sale un 73 y a nosotros un 37... Salvo que le hayan dado la vuelta a la cifra...", ha ironizado, sobre los números que determina Europa para medir la eficiencia de los bancos, y en los que De Pliego pide usar el sistema de cálculo que recoge el convenio.

"Es muy fácil decir: 'sois muy ineficientes, tengo que bajaros el sueldo", ha reprobado, para añadir que ellos, como representación de la plantilla, han trasladado que "vosotros —por la dirección— estáis queriendo ampliar el horario, eso va a suponer más costes y pretendéis que ese mayor coste lo acaben pagando los empleados en el salario".

CIG

Mientras, el representante de la CIG-Banca, Clodomiro Montero, ha criticado que los responsables del banco "pretendían" que las organizaciones sindicales hicieran "una contrapropuesta sin facilitar ningún tipo de documentación ni información".

"No nos vamos a meter en una negociación de ese tipo, a hablar de quitarle dinero a la gente, sin saber a cuánta gente afecta ni de las cantidades que hablamos", ha advertido.

Montero ha censurado, en este sentido, que "se ve que tienen una tremenda prisa", y ha demandado de nuevo que se "cierre el ERE en vigor", ya que hubo un cambio del plan de reestructuración de Bruselas que a su juicio, asimismo, genera un proceso en estos momentos "totalmente fraudulento y que no debería continuar adelante".