A Coruña tiene 22 de los 35 puntos negros de Galicia

La provincia está en el top 10 de tramos peligrosos, aunque son menos que en 2004. La comarca coruñesa es, junto a la de Santiago, la más conflictiva.
Los conductores coruñeses tienen que pasar una prueba de fuego cada vez que se suben al coche. Sólo en la provincia de A Coruña la Dirección General de Tráfico (DGT) ha localizado 22 de los 35 puntos negros que existen en toda Galicia, el 63% del total (en Lugo hay 7, en Pontevedra 5, y en Ourense, 1).

De hecho, la provincia ocupa el décimo puesto de las regiones españolas con más tramos peligrosos, un listado que encabeza Madrid con 146 puntos negros. Las zonas que registran más accidentes son la N-550, entre A Coruña y Santiago, las carreteras de las comarcas de esas dos ciudades, como la AC-11 (salida por Alfonso Molina) o la AC-543 (en Bertamiráns), aunque en el informe de la DGT repiten también otras vías como la AC-414, que pasa por Carballo y Malpica.

A pesar de que A Coruña reúne el mayor número de puntos negros, la provincia tiene diez menos que en 2004. Además, tanto los accidentes como las víctimas se han reducido a la mitad en los últimos tres años. Así, mientras en 2004 se registraron 147 siniestros en estos tramos peligrosos con 231 heridos, el 2006 se cerró con 75 accidentes y 117 personas implicadas. Y en ese tiempo, las muertes en los puntos negros han pasado de siete a una.

Sin embargo, desde la asociación Stop Accidentes no valoran tan positivamente estos datos y piden más vigilancia. «Lo primero que habría que hacer es señalizar todos los puntos negros, para que los conductores tomen precauciones y después poner más radares y agentes», afirma Jeanne Picard, portavoz coruñesa de este colectivo.

Menos camiones en Compostela

Dinos ... qué puntos negros conoces

Para aliviar el caos y la saturación circulatoria que cada día registra la N-550 a su paso por Santiago, Ames y Oroso, el Ministerio de Fomento y la Xunta construirán una nueva autovía, que enlazará los municipios de Oroso y Padrón. Este vial tendrá una longitud de 35 kilómetros y servirá para reducir el paso de camiones por Compostela. Además, la nueva infraestructura tendrá enlaces con la autovía de Ourense y con la que construirán en Brión. Por otra parte, el Gobierno ya ha adjudicado las obras de conservación del firme de la carretera N-550 (entre los kilómetros 58 y 67,5) a su paso por Santiago. Los trabajos costarán 1,3 millones de euros.

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