Los acusados de prostituir a una joven en Padrón aseguran que lo hacía "voluntariamente" y que desconocían que era menor

La joven, que se encuentra ahora en paradero desconocido, dice que fue engañada y obligada a prostituirse bajo amenazas desde los 15 años
Juicio por obligar a una menor a prostituirse en Padrón
Juicio por obligar a una menor a prostituirse en Padrón
EUROPA PRESS
Juicio por obligar a una menor a prostituirse en Padrón

Los dos acusados de obligar a una menor de nacionalidad rumana a prostituirse en el club La Perla de A Escravitude (Padrón), han asegurado este martes que la joven realizaba el trabajo "voluntariamente" y que nunca se "imaginaron" que era menor por el "desparpajo" y la "experiencia" que demostraba.

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha iniciado este martes el juicio contra el ciudadano rumano Danut S., acusado de engañar a la joven para luego obligarla a ejercer la prostitución; y contra Manuel M.Q., que regentaba el club de alterne en el que ejerció durante dos meses.

La fiscal del caso acusa a ambos hombres de detención ilegal y de determinación coactiva a una menor al ejercicio de la prostitución, por lo que pide 12 años de prisión para Danut S. y ocho para Manuel M.

La primera sesión del juicio ha comenzado de forma accidentada, dado que los agentes no han podido localizar a la víctima, que permanece "en paradero desconocido". Los efectivos se desplazaron a Rumanía, a la casa materna de la menor, para hacer efectiva su citación. Sin embargo, su madre aseguró que desconoce el paradero de la niña, ahora de 16 años, desde el mes de febrero de este año y que cree que podría encontrarse en Italia.

Los abogados defensores de los dos acusados han reclamado la suspensión del juicio por no poder practicarse durante el juicio la toma de declaraciones a la víctima, aunque, finalmente, el juez consideró suficiente la grabación de la primera declaración de la joven tras los hechos, que fue reproducida a través de un vídeo en la sala.

Obligada a prostituirse

En su declaración, la joven, de 15 años, narra como salió de Rumanía en compañía de una amiga de su familia para, supuestamente, trabajar en España en el cuidado de niños. Sin embargo, al llegar a la localidad de Medina del Campo —su primer destino— fue confinada en un bar de alterne y obligada a ejercer la prostitución.

En este club de alterne, la joven era obligada a realizar entre seis y 14 servicios al día, mientras que la mujer que la había acompañado desde Rumanía —que también tenía su documentación— se quedaba con prácticamente todo el dinero, según contó al juez de instrucción.

Con la intención de salir de ese club, la joven se puso en contacto en Rumanía con un compatriota que le prometió ayuda y le recomendó que se desplazase a Santiago de Compostela, donde residía su hermano —el acusado Danut S.—. Al parecer, ambos jóvenes le dijeron a la víctima que en Santiago podría trabajar cuidando al hijo del ahora acusado.

Sin embargo, a su llegad a Santiago, sin documentación, la víctima asegura que fue retenida por Danut S., que le dijo que debía trabajar en el Club La Perla de A Excravitude para pagarle las deudas por el traslado y la vivienda.

Aunque la joven admitió ante el juez de instrucción que desconocía si Manuel M. sabía que era menor, aseguró que el otro acusado sí que lo sabía, que era una persona "violenta" a la que tenía "miedo" y que le agredió en varias ocasiones.

Tras una agresión por no haber ganado "suficiente dinero" y con la intención de "volver con su hermana", la víctima fue interceptada el 24 de septiembre de 2013 por una patrulla de la Policía Nacional, que la localizó corriendo por las calles de Santiago, "muy alterada y asustada", tras escapar de casa de Danut S.

No sabían que era menor

Ante el juez, en la vista de este martes, ambos acusados han asegurado que desconocían que la chica era menor y han afirmado que ejercía la prostitución de forma "voluntaria".

En concreto, Danut S. ha negado todas las acusaciones que se le imputan y ha afirmado que la chica le dijo que era mayor de edad y que, como no tenía documentación, él la creyó.

De hecho, ha afirmado que se enteró de que la víctima era menor el mismo día que se escapó de su domicilio y que esto se produjo después de decirle que si no era mayor de edad no podía volver al club de alterne.

Por su parte, y en contra del resto de los testimonios, Manuel M. ha asegurado que la joven le exhibió un documento de identidad a su llegada al local de alterne en el que se recogía que era "mayor de edad". Este documento, no obstante, no fue localizado en los registros policiales.

"Por la experiencia y el desparpajo que tenía trabajando no me podía imaginar que fuese menor", ha explicado Manuel M. al juez, quien ha afirmado que se enteró de que era menor cuando "fue la policía" a llevársela del local.

"evidente" que era "una niña"

Sin embargo, todos los policías que han declarado en esta primera jornada —tanto los que la localizaron corriendo por Santiago como los que realizaron inspecciones e identificaciones en el local donde ejercía la prostitución— han coincidido en señalar en que era "evidente" que se trataba de "una niña".

"Me pareció que era menor desde el primer momento que la vi", ha señalado uno de los agentes, al tiempo que ha indicado que la joven estaba "muy asustada" y sentía "miedo" en presencia de hombres.

Los otros agentes han corroborado esta impresión y, basándose en su aspecto y su forma de actuar, han indicado que creyeron desde el primer momento que se trataba de una menor.

También uno de los clientes del club, dueño asimismo de otro local de alterne, ha admitido que "siempre" sospechó que la víctima "era menor de edad", aunque "nunca" le dijo que "estuviese allí obligada". Este testigo también presenció como el dueño de La Perla "echó la bronca" a la joven en una ocasión que salió al exterior del club, dado que "no podía estar fuera".

Quería ir al local

Danut S. ha afirmado que fue la propia menor la que le pidió ir hasta el local de alterne para pedir trabajo, ha negado que la agrediese ni la amenazase en ningún momento y ha sostenido que ella tenía las llaves de la casa para "entrar y salir cuando quisiese".

Por su parte, Manuel M. ha reconocido que era él el encargado de recoger a la víctima de su domicilio y volver a llevarla allí una vez terminada la jornada, así como que la menor no contaba con un teléfono móvil o acceso a llamadas.

Además, y aunque presenció alguna "discusión" entre ellos, ha negado que la menor le dijese que le pegaba Danut S., quien, en ocasiones, llamaba al club para interesarse por la cantidad de servicios realizados por la joven.

"En ningún momento me dijo que no quisiese seguir prostituyéndose", ha declarado el acusado, para quien la menor "iba voluntariamente al local". "Era de las primeras en acercarse siempre a los clientes cuando entraban. Tenía mucha ansiedad por ganar dinero", ha declarado Manuel M., que también ha señalado que la joven "se inquietaba si no conseguía clientes porque decía que tenía que mandarle dinero a su mamá".

En una ocasión, el dueño del club ha reconocido que la joven trajo al local su ropa con la intención de quedarse allí, aunque no le comentó si había sido víctima de una "agresión" por parte del otro acusado.

Cuando la menor fue localizada e identificada en comisaría se mostró "muy nerviosa" y "asustada", sobre todo en presencia de los agentes masculinos. Fue en compañía de agentes femeninas cuando "cogió confianza" y contó que estaba siendo "agredida" y "obligada a prostituirse".

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