«Usted paga sus impuestos. Si sale de su casa y ve un boquete en la calle, puede pedir al Ayuntamiento que lo arregle. Nosotros pagamos los mismos impuestos, pero si decimos que hay un boquete frente a una nave industrial, no se arregla». Así explica la presidenta de la Asociación de Polígonos de Málaga (Apoma), Ana López, la situación que vive la mayor parte de la veintena de polígonos de la capital. La mitad de ellos están vinculados a su colectivo.Los complejos industriales malagueños sufren suciedad, atascos, baches y otros problemas derivados de la falta de mantenimiento o mejora de sus calles y tuberías, según la mayoría de las asociaciones de polígonos que componen Apoma.
El mantenimiento de las calles corresponde legalmente a los dueños de las naves industriales, que se quejan de que no pueden afrontar determinados gastos como arreglos de tuberías o asfalto.
El Ayuntamiento dará subvenciones a estas zonas industriales para sufragar su rehabilitación (1,3 millones de euros). López considera que esta iniciativa es «menos que nada», aunque resulta «insuficiente». «El Consistorio debe recepcionar los polígonos, es decir, pagar su conservación. Los empresarios estamos dispuestos a colaborar económicamente».
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