Hay 78 paisajes en la provincia para disfrutar de la naturaleza

Recogidos en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de Sevilla de la Junta, ocupan el 14% del suelo de la provincia.
Sevilla no es sólo el asfalto y los atascos de la capital. Pocos sevillanos saben que su provincia esconde multitud de paraísos a tan sólo unos kilómetros del paisaje urbano. Humedales, parajes, lagunas, bosques... En total, 78 enclaves naturales están incluidos en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la provincia.El 14% de la superficie provincial pertenece a alguno de estos enclaves. Son, en su mayoría, espacios amenazados por la contaminación, los incendios y la actividad humana. Por ello, y por su gran valor medioambiental, forman parte del Plan de Protección del Medio Físico de la Junta de Andalucía.

La diversidad de ecosistemas representados en los 78 espacios protegidos es muy amplia, pero se pueden englobar en dos grandes grupos: los espacios naturales y paisajes y los paisajes agrarios (dehesas, vegas...).

La primera de las categorías es la que más abunda en la provincia. Los paisajes y parajes naturales se extienden a lo largo de unas 179.500 ha, mientras que los paisajes agrarios singulares sólo ocupan 80 ha.

Dentro de los espacios naturales, hay otras muchas subcategorías. Los complejos ribereños, por ejemplo, suponen un 21% del total de espacios protegidos. También están las zonas húmedas (19%) o los paisajes sobresalientes (3%).

En una situación límite

Los espacios más comunes en Sevilla son los clasificados como Complejos Serranos de Interés Ambiental. Suponen un 47% del total y ocupan casi 85.140 ha. Este ecosistema ha sido tan presionado a lo largo de la historia para su aprovechamiento económico que se encuentran en una situación límite. Por ello, el Plan contempla una especial protección para estas zonas.

Parque Nacional de Doñana

El Parque Nacional de Doñana también es sevillano, aunque se  suela relacionar sólo con Huelva. Concretamente, 12.360 ha del parque se extienden entre los municipios de Aznalcázar y Puebla del Río. El ecosistema que predomina en la zona son las marismas. Su fauna es muy rica. En él viven especies únicas y en serio peligro de extinción como el águila imperial y el lince ibérico, además de jabalíes, gamos, y multitud de anfibios, peces... Actualmente, sus principales problemas son la contaminación de las aguas y los tratamientos en el cultivo del arroz.

Cinco ejemplos de excursiones cercanas

Cerrado de Bukarest, Alcalá de Guadaíra: Pertenece a la categoría de los Complejos Serranos. De poca altitud (50 metros) y 433 ha, su vegetación está compuesta por encinas y pastizales. Cernícalos, lirones, topillos, comadrejas... son algunas de las especies de animales más comunes en este monte. Ganadería y caza son las formas en las que tradicionalmente el ser humano ha hecho uso de este espacio. La Junta justifica su protección por el alto valor paisajístico y el buen estado de conservación de su vegetación típica mediterránea. Este municipio cuenta con otro espacio protegido en el Catálogo, de características similares, el Cerro del Toruño.

Lagunar de Utrera: Está compuesto por las lagunas de Alcaparrosa, Zarracatín y Arjona. Durante los meses de invierno y los periodos migratorios, sus aguas dan cobijo a cientos de anátidas (patos, ocas, cisnes...) y a otra fauna típica de este ecosistema. En este lagunar se cultivan cereales y olivar, y se práctica la caza y la ganadería. Estas actividades han hecho que se encuentre amenazado por los vertidos, la contaminación agrícola y la caza incontrolada. Además de por los incendios en su escasa vegetación, juncos y eneas principalmente. El Plan recomienda el control de la caza y de la calidad de las aguas, así como el estudio de las poblaciones de animales.

Dehesa La Atalaya, Coria del Río: Tiene un gran potencial como zona de recreo. Se extiende a lo largo de 197 ha. En la actualidad, su principal problema es que se encuentra muy próxima al vertedero municipal. La vegetación natural se reduce a una pequeña mancha de pastizal-matorral asociada con acebuches. Aunque las repoblaciones de coníferas la han convertido en un espacio importante dentro de la red de parques y zonas de recreo del Área Metropolitana. Las recomendaciones de la Junta para su protección son: mejora del acceso, adecuación al uso recreativo, traslado del vertedero y prevención de incendios.

Monte Negrillo y Cerro del Hierro: Ubicado entre San Nicolás del Puerto y Constantina, es el único espacio sevillano declarado Paraje Natural Excepcional. Es una zona caliza, explotada como mina desde antes de los romanos y hasta la mitad del siglo XX. En plena Sierra Norte de Sevilla, es un lugar idóneo para practicar senderismo y escalada. Entre su fauna, destaca una pareja de cigüeña negra, además del gavilán, el águila real... En su entorno se practica la ganadería, la caza y la extracción de calcita y barita. Una de las recomendaciones del Plan es su declaración como Reserva Geológica y Botánica.

Islas del Guadalquivir, Puebla del Río: Estas pequeñas franjas en medio del Guadalquivir tienen un importante papel para las aves de paso y las invernantes. Sirven de lugar de descanso para las primeras y las segundas las aprovechan para criar. Al igual que el Lagunar de Utrera, sufren por los vertidos, la contaminación agrícola, la caza incontrolada y los incendios. En cuanto a su vegetación, quedan algunas encinas y zonas de pasto, pero predominan los cultivos agrícolas. Es uno de los seis únicos espacios catalogados como paisajes sobresalientes en Sevilla.

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