Los familiares de Adolfina Puello, de 32 años, y de la hija de ésta, Argelys, de 9, las dos dominicanas desaparecidas desde junio cuyos restos podrían haber sido encontrados en Zamora, han denunciado este miércoles que "la Policía y los juzgados son tan culpables de su muerte como el propio asesino confeso".

Así se ha manifestado Leonarda, abuela paterna de la niña y suegra de Adolfina, en una rueda de prensa celebrada en la tarde de este miércoles en Madrid. La mujer ha mencionado que antes de la desaparición de ambas, declarada el 1 de julio, ya había recibido un mensaje de texto procedente de un número desconocido en el que se decía: "Nunca la tendrás".

La comparecencia ante los medios se ha producido después de que la titular de Juzgado de Instrucción 9 de Madrid haya ordenado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido el lunes como supuesto autor de la muerte de su novia y de la hija de ésta. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), esta ha sido la decisión de la jueza a la que compete la causa, que mantiene secretas las actuaciones.

Después de varias quejas de su nieta por los insultos, amenazas y maltratos físicos que recibía ella y su madre del agresor, Leonarda decidió poner una denuncia en Plaza Castilla contra él el 16 de enero.

"Pasaron varios meses sin que nadie de la policía se pusiera en contacto conmigo. Entonces, el 30 de junio, unos familiares que esperaban a Argelys en la República Dominicana se extrañaron de que no llegara. En el trabajo de Adolfina también les preocupó que no fuera, así que volví a ir a los juzgados y me dijeron que mi anterior denuncia, de enero, se había archivado porque era ilegible, que mi única opción era poner otra denuncia por desaparición. En la primera denuncia estaba mi teléfono. Me podían haber llamado si no se entendía la letra. No lo entiendo", se lamenta la abuela.

"Este es un daño irreparable, pero para que no vuelva a ocurrir se debe evitar la negligencia de la Policía y la justicia. No se le dio importancia. Tuvieron tiempo para ayudarlas. Si me hubieran hecho caso, Adolfina y Argelys podrían estar vivas. Si pudiera, haría justicia con mis propias manos. Sentí que me discriminaban", dice entre sollozos.

Leonarda reconoce que nunca presenció las agresiones, pero que una vez llamó a la casa por la noche y le contestó Raúl A.R, con las siguientes palabras: "No son horas. Si no quieres que te corte la cabeza, no llames más aquí".

Solo estuvo una vez con Raúl en persona, cuando vino a su casa a comer con la madre y la nieta. "Era muy reservado, poco hablador y miraba de lado. La verdad, sí parecía violento".

A pesar de que Adolfina nunca denunció la violencia que sufría, la abuela ha comentado que, compañeras de trabajo, le han reconocido que, "en ocasiones, llegaba nerviosa y llorando por cosas que le pasaban en casa, pero que nunca explicó".

Preguntada por el motivo, Leonarda habla de cuestiones económicas: "La niña llevaba dinero a la República Dominicana".

El arrestado, que ahora irá a prisión es Raúl A.R., español de 34 años, al que la Policía imputa los dos homicidios.

Fue detenido el pasado lunes en su domicilio del distrito madrileño de Vallecas y supuestamente reconoció los hechos ante los agentes.

La Policía ha informado a los familiares de que esperan que esta semana concluyan los autopsias para determinar con total certeza que las fallecidas encontradas son Adolfina y Argelys.