Javier Sardá ha regresado a la pequeña pantalla tras dos años sabáticos.

Después de ocho temporadas al frente de 'Crónicas Marcianas', el presentador ha estrenado este domingo un nuevo programa de viajes, 'Dutifrí', producido para Telecinco por Gestmusic en colaboración con BCNTV.

En su primer programa, el presentador catalán se ha dado una vuelta por Brasil con el intento de enseñar las costumbres de ese inmenso país en compañía de Loles León, desde las tradiciones del pueblo de Río Negro a través de las palabras del jefe de la aldea hasta la peligrosidad de las favelas, pasando por la selva amazónica y el festival de Río de Janeiro donde se encontró al "Dioni".

El estreno ha alternado entrevistas personales serias con "chascarrillos" de Loles "pasándolo" fatal entre cocodrilos y serpientes.

Vuelta la mundo

El presentador catalán se dará una vuelta al mundo en 13 programas donde visitará los países de Israel, Italia, Kenia, Estados Unidos, Japón, Brasil, Rusia, India, Tailandia, Filipinas, Venezuela y Dubai.

Su objetivo será conocer en profundidad los países visitados a través de entrevistas a españoles que un día dejaron su país para afincarse en el extranjero o con los nativos de habla hispana que encuentre a su paso.

En Filipinas, por ejemplo, Sardá entrevistará a Paco Larrañaga, el español condenado a cadena perpetua.

Famoseo de compañía

En este experimento de 'Dutifrí' Sardá se ha hecho acompañar en cada aventura por un famoso.

Loles León, que correteó con zapatos de tacón por la selva amazónica, ha abierto la lista de personajes invitados, a la que le seguirán en sucesivos programas, Alessandro Lequio, Boris Izaguirre de anfitrión venezolano o el padre Apeles recorriendo el Vaticano, entre otros.

El único "pero" lo encontraría el presentador en Cuba, país que no le concedió el visado necesario para grabar allí por sus críticas al régimen castrista.

Políticamente "incorrecto"

Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Telecinco, avisó que el programa emana una sutil ironía y es políticamente "incorrecto".

Sardá aseguró que "tenía ganas de hacer un espacio que no se mida por los porcentajes de audiencias".