Al menos 32 personas han sido detenidas durante los altercados que se han registrado este martes entre manifestantes pro-democracia y la Policía en el marco de la operación de evacuación de uno de los campamentos de protesta en el barrio obrero de Mong Kong (Hong Kong) por orden judicial, donde se vive una tensa situación durante todo el día.

Según han informado fuentes policiales a Efe, el número de detenidos llega a 32 personas, así como tres agentes atendidos con heridas.

Entre los detenidos durante el desmantelamiento del campamento instalado en Mong Kok figura el parlamentario Leung Kwok Hung, según informa el diario South China Morning Post.

Cientos de agentes participaron en el desalojo de un tramo de 100 metros en la calle Arglye, mientras cientos de manifestantes se resistían a abandonarla durante confrontaciones que se prolongan ya durante más de nueve horas, según pudo constatar Efe.

Los enfrentamientos han estallado después de que la Policía pidiera a los manifestantes que no obstruyeran a los agentes que estaban cumpliendo con la orden de un juez de reabrir la calle Argyle.

Un inspector de Policía dio un ultimátum a los manifestantes hasta las 14:45 horas para abandonar la zona y amenazó con arrestos si se intentaba obstaculizar la actuación de los agentes.

Los choques se intensificaron después de las 15:00 hora local (7:00 GMT), cuando la Policía lanzó la última advertencia a los manifestantes que se resistieron a abandonar la calle, en la que las autoridades trataban de ejecutar una orden judicial de desalojo.

La Policía provista de escudos y cascos empujaron a los manifestantes fuera de las zonas ocupadas mientras muchos de los concentrados se resistían.  Los agentes emplearon en numerosas ocasiones gas pimienta para dispersar a los concentrados y comenzaron a arrestar a varios manifestantes y a empujar a la multitud hacia las intersecciones de la calle desde donde continuaron desafiando las advertencias policiales.

Una hora después la Policía devolvió el tráfico a la calle mientras que los participantes de las protestas continuaron en las inmediaciones resistiéndose a abandonar la zona.

Pasadas las 17:00 hora local (9:00 GMT), agentes antidisturbios se sumaron a los cientos de policías en una nueva operación en la que llevaron a cabo nuevas detenciones, acusando a los concentrados de participar en "reuniones ilegales".

Nuevos manifestantes fueron sumándose a las protestas repitiéndose los encontronazos con las fuerzas policiales que hicieron uso de gas pimienta en varias ocasiones para tratar de desalojar sin éxito la zona.

La operación comenzó a primera hora de esta mañana. Alrededor de una veintena de agentes habían comenzado hacia las 10:30 horas a retirar el campamento de protesta de Mong Kok, instalado en el marco de la campaña para reclamar una democracia real en la antigua colonia británica que comenzó hace dos meses. En un primer momento, los manifestantes no opusieron resistencia física a la operación pero sí profirieron consignas de "queremos sufragio universal".

A medida que la Policía y los funcionarios judiciales continuaron con el desalojo, la tensión entre los manifestantes y las autoridades fue creciendo. Numerosos manifestantes comenzaron a plantar cara a los agentes y a reclamar poder desmontar ellos mismos un escenario que había sido instalado en la zona. Ha sido en ese momento cuando se han vivido las escenas más tensas.

La antigua colonia británica está bajo soberanía china desde 1997 basándose en la fórmula "un país, dos sistemas", que da a la ciudad más autonomía y libertad que el resto del territorio chino y la posibilidad de un sufragio universal.

Los manifestantes piden candidaturas abiertas para la próxima elección del gobernador de la ciudad en 2017. Pekín ha dicho que permitirá que haya elección en 2017, pero sólo entre los candidatos que preselecciona.

Las protestas, que atrajeron a más de 100.000 en su clímax, han disminuido hasta unos cientos que acampan en coloridas carpas en intersecciones clave en ambos lados de la bahía.