El letrado de Inveravante y otros inversores gallegos que perdieron su dinero en NCG tras la operación acordeón, ha argumentado que Novagalicia Banco era una entidad "quebrada" cuando éstos realizaron su inversión porque se les "ocultó" la necesidad de realizar un ajuste contable por importe de 1.127 millones de euros.

Este es el argumento que ha mantenido el abogado en la lectura de sus conclusiones, en la última sesión del juicio por la demanda interpuesta contra NCG y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por Inveravante; los astilleros MetalShips, propiedad del grupo Rodman; la sociedad de inversión Renebé 2003; el empresario Santiago Rey Fernández-Latorre y el economista José Luis Vázquez Mariño.

Por el contrario, los letrados de la entidad y del FROB han mantenido la tesis que han defendido en los juicios celebrados hasta ahora por anteriores demandas presentadas por empresarios que perdieron también su inversión.

En total, la cuantía invertida por empresarios gallegos y que se perdió con del rescate y la operación acordeón ascendió a 70 millones de euros, que es la que ahora reclaman en los tribunales al pedir la nulidad del contrato de compra-venta de acciones.

Ajuste retroactivo

El abogado de los demandantes ha insistido en que tanto NCG como el FROB "conocían y ocultaron" el ajuste contable retroactivo que se aplicó tras la entrada de los inversores. Además, ha dicho que ya se apuntó a la posibilidad de tener que hacerlo antes de que los empresarios entrasen en la entidad, el 12 de enero de 2012, pero que no se les comunicó este hecho.

También ha insistido en que ambos "conocían la gestación" de la regulación bancaria aprobada ese mismo año y que exigía nuevas provisiones a las entidades.

De ésta última, ha indicado que fue "la consecuencia de una realidad distinta a la que habían contado". Así, ha argumentado que se les transmitió a sus clientes la idea de un banco "saneado", cuando, según ha dicho, NCG "era una entidad quebrada en 2011 y 2012".

Perfil de inversores

Por el contrario, los letrados de NCG y el FROB han vuelto a negar estos argumentos. Así, la abogada del Fondo ha calificado a Inveravante como "un inversor profesional" y, en el caso de MetalShips, ha dicho que "su inversión es pequeña, no la empresa".

Asimismo, se ha preguntado por qué los inversores no presentaron su demanda hasta perder su dinero en 2012 con la operación acordeón y no antes. "Es la operación acordeón la que les ocasiona el perjuicio y no el ajuste", ha remarcado.

Además, ha insistido en que la entidad era en 2011 "rentable" y que los inversores "compraron barato" y sabiendo que "la inversión conllevaba un riesgo".

PERICIALES

Antes, han prestado declaración los mismos peritos que lo hicieron ya en los anteriores juicios. El perito de los demandantes ha rechazado que fuese "obvio", como sostienen los de la entidad y el FROB, la necesidad de aplicar el ajuste cuando los inversores entraron en NCG.

"A diciembre de 2011 el banco no era viable sin ayudas públicas", ha recalcado este perito. Por el contrario, el del FROB ha vinculado la pérdida de la inversión con la regulación aprobada por el Gobierno en 2012. Mientras, el aportado por NCG ha rechazado también que influyese el citado ajuste contable.