El Pabellón de Aragón es uno de los proyectos más complejos de la Expo, los arquitectos destacan que se están utilizando técnicas «muy arriesgadas y únicas en el mundo». El pabellón costará 18 millones de euros (los contenidos costarán otros seis) y después de la Expo albergará la consejería de Educación y Cultura de la DGA.

Todo el edificio se sustenta sobre tres pilares, que dejan una plaza abierta en la planta baja, donde se desarrollarán actos culturales. El interior estará dividido en patios de colores, con grandes lucernarios. La fachada del Pabellón de Aragón protegerá el interior del sol del verano y permitirá regular la intensidad de la luz a través de un sistema que permitirá oscurecer las placas de vidrio.

En el entorno del edificio, un sistema pulverizará agua para rebajar la temperatura y en la azotea habrá placas fotovoltaicas que generarán energía.

Más de 60.000 horas de trabajo

Para levantar el Pabellón de Aragón se han invertido, hasta ahora, más de 60.000 horas de trabajo y se han empleado más de 2.800 metros cúbicos de hormigón y unas 2.075 toneladas de acero para la estructura, la fachada y los patios interiores. Además, para cimentar el edificio, los obreros han fabricado a pie de obra 33 pilotes de hormigón colocados a 40 metros de profundidad, a los que se han añadido otros 175 pilares prefabricados que ocuparían 1.728 metros si se colocaran en línea recta. En marzo de 2008 comenzarán a montarse las exposiciones y contenidos del recinto.