La portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Santander, Judith Pérez Ezquerra, ha presentado este sábado su candidatura a las primarias del partido para ser candidata a la Alcaldía y, también, a la secretaría general de la agrupación local.

Concurre a ambos procesos con el objetivo de lograr la "renovación y regeneración" del partido en la capital y en la región y lograr la "alternancia" política en el Consistorio en los comicios de mayo de 2015. "En Santander es imprescindible ese cambio", ha sentenciado.

Así lo ha dicho en una rueda de prensa en la que ha manifestado que aspira a ser la "alternativa" para el "cambio tan soñado y deseado" por los socialistas en Santander y para la renovación y regeneración del PSOE, por lo que trabajará "denodadamente" para que se produzcan esos cambios.

Entre otras cosas, se ha comprometido, si sale elegida, a abrir el proceso de primarias en la ciudad a toda la sociedad, no solo a los militantes. También propondrá, tanto a la ejecutiva local como a la regional, limitar a un máximo de ocho años el mandato en todos los cargos orgánicos.

La edil socialista, que ha recogido ya un número de avales que superan "ampliamente" el mínimo exigido para ser candidata a la Alcaldía, se ha referido al "candidato alternativo", su compañero del Grupo Municipal Pedro Casares, que ayer anunció que se presentaba a las primarias tras superar las "dudas" que, dijo, había tenido.

Sin dudas de ninguna clase

Por contra, Pérez Ezquerra ha asegurado que no ha tenido "dudas de ninguna clase", toda vez que asumió "hace meses" la responsabilidad de ser "alternativa" al cambio en Santander. Y ha apostillado al respecto que los ciudadanos no pueden permitir que sus dirigentes y líderes "duden", de modo que ella tampoco puede permitirse tener "ninguna duda".

También ha comentado que las dificultades por las que atraviesa la sociedad, y que han trascendido al interior de la organización política, han constituido un "acicate" a la hora de presentarse.

Según ha indicado, no se enteró de la presentación de Casares "por su boca" o "personalmente", sino que lo supo a través de los medios de comunicación. En cualquier caso, Pérez Ezquerra ha dicho que la concurrencia del edil al proceso "no fue ninguna sorpresa", salvo por la "tardanza" en anunciarlo.

La concejala socialista se ha referido asimismo a los pactos postelectorales y, tras resaltar que su voluntad es "ganar" las elecciones, ha puntualizado que si el resultado logrado no es "suficiente", serán los órganos del partido los que decidan sobre posibles acuerdos con otras formaciones.

Al hilo de lo anterior, y preguntada por el ascenso de nuevos partidos, Pérez Ezquerra ha zanjado que a los socialistas no les "preocupan otros partidos", cuya aparición ha achacado al "lógico" -ha dicho- "hartazgo" de los ciudadanos ante situaciones como la corrupción, que ha provocado que las formaciones emergentes "canalicen" ese descontento social y tengan además una "posición privilegiada".

De todas formas, ha recalcado la etapa de renovación y regeneración iniciada por el PSOE, que está "recomponiendo" su proyecto y "reconciliándose" con la ciudadanía. Se "recuperará sin duda alguna" y será la "alternativa", ha vaticinado la portavoz socialista de Santander, que ha recordado que se trata de una formación histórica, que tiene "mucho que aportar". "Sin el partido socialista", ha remachado, sería "muy difícil entender" la política y el país.

Y en cuanto al programa electoral, ha puntualizado que es "competencia" del partido y de sus militantes, de modo que ella no es partidaria de "llamar a ciudadanos que no me han elegido" para elaborar dicho programa. "No me gustan los planteamientos de corta y pega", ha expresado, para defender que los mismos tienen que ser "rigurosos y coherentes".

Sobre el proceso de primarias en Santander, que se celebrarán el próximo 30 de noviembre, ha opinado que se debería haber llevado a cabo exclusivamente para la elección del candidato a la Alcaldía, y no para escoger también a la nueva comisión ejecutiva y al secretaria general. Cree que este último extremo ha "enturbiado" el proceso, al producirse una "confusión" entre el orgánico y el institucional.