Al menos 21 personas han muerto ahogadas al naufragar este lunes una barca con 43 refugiados a bordo en el Mar Negro, cerca de las costas turcas y el Bósforo, informó la emisora NTV, que citó fuentes oficiales.

Otros medios, como el diario Hürriyet, informaron que se han recuperado ya 24 cadáveres, entre ellos los de 7 mujeres y 12 niños.

Siete personas han sido rescatadas con vida y continúa la búsqueda de los desaparecidos, dado que había 43 personas a bordo.

Presumiblemente, todos los pasajeros eran refugiados afganos, salvo el capitán, que era de nacionalidad turca, según el citado diario.

En todo caso, las autoridades recuperaron nueve pasaportes afganos, indicó a NTV el ministro de Transportes turco, Lütfi Elvan.

El accidente tuvo lugar en el Mar Negro, a cuatro kilómetros de Rumeli Feneri, la punta norteña del Bósforo.

Un pescador, Can Kolcu, que participaba en las labores de rescate, señaló a la citada cadena que la barca "estaba acondicionada para acoger a unas siete u ocho personas en paseos turísticos, e iba sobrecargada".

Añadió que "muy probablemente" había colisionado con otro barco ya que se observaban daños en el casco y sólo la proa seguía manteniendo la embarcación a flote, aunque semihundida.

Observó que se encontraban también cierto número de chalecos salvavidas flotando que, a su juicio, habían sido colocados a los niños pero que éstos los perdieron al no ser de su talla.

Las autoridades costeras enviaron siete barcos patrulla, un helicóptero y un equipo de buzos al lugar, informó la oficina del gobernador de Estambul en un comunicado.

Según NTV, la barca se dirigía a Rumanía, una travesía para la que tendría que haber recorrido 180 kilómetros por mar abierto, o más de 220 si tenía previsto navegar a lo largo de las costas turca y búlgara.

Los refugiados habían pagado unos 7.000 euros por persona, asegura la citada cadena.

Turquía es lugar de paso para numerosos grupos de refugiados que quieren entrar en un país de la Unión Europea, pero habitualmente parten de la costa occidental para alcanzar una de las islas griegas en el Mar Egeo.

En virtud de una cláusula antigua, el país eurasiático no acepta a refugiados que no procedan de Europa, pero les permite permanecer mientras realicen una solicitud de asilo, un proceso que se puede alargar años.

Entre estos colectivos destaca el de los afganos, que suma 10.460 personas en Turquía, según cifras de ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados).