A eso se le llama división de pareceres. Mientras que hubo gente a la que La insoportable levedad del ser (1984), del escritor checo Milan Kundera (1929), le pareció simplemente eso, insoportable, se formó también una importante grey lectora que elevó el libro al Parnaso de la gran literatura universal. Entre ésta, el cineasta estadounidense Philip Kaufman, quien estrenó una versión fílmica en el año 1988.
En aquel momento, The Unbearable Lightness of Being, que tal es el título original del filme, contó con un internacional reparto entonces de campanillas, encabezado por Daniel Day-Lewis, Juliette Binoche y Lena Olin, a los que acompañaban mitos escénicos como Erland Josephson o Stellan Skarsgård.
Además, Kaufman (Chicago, 1936), quien se había forjado en el cine de género con cintas tan aplaudidas como La invasión de los ultracuerpos (1988), contó con Jean-Claude Carrière, guionista habitual de Luis Buñuel, o el productor Saul Zaentz, quien ya estuvo tras títulos como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Amadeus (1984), ambas de Milos Forman, o El señor de los anillos (1978), de Ralph Bakshi.
Al igual que en la novela, el triángulo amoroso narrado se desarrolla simultáneamente a la esperanzada, pero luego finiquitada tanques mediante, primavera de Praga.
* Aula de Cultura CAM. Avda. Doctor Gadea, 1. 20.00 horas. Entrada libre.
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