Las condenas a menores de edad por delitos o faltas caen un 48% en una década en Madrid

  • El número de asuntos que han llegado a los juzgados ha caído un 27%.
  • En la Agencia del Menor Infractor han ingresado un 43% menos de chavales.
  • Expertos y fuerzas del orden lo atribuyen al aumento del control en las zonas de ocio, a la presión sobre las bandas latinas y al trabajo de las instituciones.

La delincuencia juvenil reduce su peso en la Comunidad de Madrid. De acuerdo a los datos del Registro Central de Sentencias (Ministerio de Justicia), el número de condenas impuestas a chavales de entre 14 y 17 años ha descendido un 48% entre 2003 y 2013, al pasar de 2.403 a 1.251. Esta cifra, que supone el dato más bajo de la década, se ha visto acompañada por una caída en el número de los asuntos de menores ingresados en los órganos judiciales, que se ha reducido de 4.417 a 3.305 en el mismo período, un 27% menos.

En conjunto, y según refleja la Estadística de Condenados hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Madrid se situó el año pasado como la región con la tasa más baja de infracciones penales cometidas en este rango de edad, con una ratio de 5,5 condenados y 8,9 infracciones por cada 1.000 chavales. La media nacional asciende a 8,6 y 15,1, respectivamente.

Más vigilancia

Los expertos atribuyen esta mejoría a tres factores. El primero de ellos es el mayor control de las zonas de ocio. "El aumento de la vigilancia en todo lo relativo a discotecas, botellón y similares se nota a la hora de que se produzcan menos reyertas, peleas que acaban con lesiones o robos y hurtos. Estos delitos copan alrededor del 70% de las detenciones", explican fuentes policiales.

El segundo, explican las mismas fuentes, tiene que ver con el cerco establecido sobre las bandas latinas: "El fenómeno ha mermado mucho, especialmente en los últimos cuatro o cinco años. Siempre estuvieron vigiladas, pero hemos sido más eficaces. El problema ahora es la llegada de las maras, mafias que tratan de introducirse en España y sobre las que hay que estar muy atento".

La última razón tiene que ver con el trabajo realizado por la Agencia Madrileña para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI). Desde su creación en 2007, esta institución ha conseguido reducir hasta el 10% los índices de reincidencia de los adolescentes que pasan por sus manos. "El 90% no vuelven a delinquir. En el caso de figuras como la del maltrato familiar, el índice de reinserción es aún mayor, del 98%", destaca Luis González, director de Programas de la entidad.

De acuerdo a su memoria de 2013, que se publicará en breve, el número de menores que han ingresado en la ARRMI ha evolucionado de 3.042 altas en 2007 a 1.730 en 2013, un 43% menos. Prácticamente todas las figuras delictivas se encuentran en retroceso, especialmente, las más graves: -73% en el caso de los delitos de carácter sexual, -68% en los homicidios y asesinatos (incluidos aquellos en grado de tentativa) y -53% en agresiones y lesiones.

La psicóloga Susana Méndez, que dirige junto a Gónzalez el título de Experto en Intervención con Menores en Riesgo y Conflicto Social de la Universidad Camilo José Cela, destaca que la ARRMI ha elaborado "una metodología muy efectiva" basada en tratamientos individualizados y programas que implican a las familias en la readaptación de los jóvenes.

Laura Pozuelo, profesora titular de Derecho Penal de la Universidad Autónoma (UAM) y directora del título de Experto en Delincuencia Juvenil e Intervención Penal con Menores Infractores, también reconoce la labor de la ARRMI, aunque puntualiza que el trabajo de sus profesionales se ha visto facilitado por unos niveles de delincuencia juvenil que "nunca" han sido importantes.

La especialista recuerda que casos como el del asesinato de Sandra Palo —donde uno de los principales condenados, 'el Rafita', ha sido detenido en múltiples ocasiones tras cumplir su pena— son "absolutamente excepcionales", "tanto, que los conocemos por su nombre". "Sin embargo, los operadores políticos han vendido que los delitos de menores suponían un problema muy grave, cuando no es así. Eso les ha servido para endurecer las penas en dos ocasiones (2003 y 2006) de forma injustificada", lamenta.

¿Cómo son los menores condenados?

El perfil mayoritario del menor infractor es el de un varón (81,44% de los casos, frente el 18,56% de mujeres) nacido en España (58% de los ingresos, por un 19% de latinoamericanos y un 9% de magrebíes), de entre 17 y 18 años de edad y que ha cometido un delito de robo (47% de los ingresos), lesión o agresiones (12,7%), maltrato familiar (11%) o hurto (10%). Los delitos de carácter sexual o de tráfico de drogas apenas superan el 1%. Los homicidios constituyen una cifra casi anecdótica (0,3%), a pesar de ser los que alcanzan mayor relevancia en los medios de comunicación.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento