Un juez de Almería ha limitado el uso de un domicilio ganancial a su titular por haber rehecho su vida sentimental tras su divorcio.El magistrado ha ordenado que se proceda a la venta del inmueble o a la adjudicación de la misma a la titular o a su ex marido, pagándose la parte correspondiente al otro.
Seis años divorciados
La historia se remonta a marzo de 2001, cuando un matrimonio decidió separarse y el Juzgado de Instrucción Número 2 de Almería resolvió ceder el uso de la casa a la mujer y al hijo de ambos.
Pero el ex marido, que pagaba parte de la hipoteca de la casa, denunció que su ex mujer «posee recursos económicos suficientes» y que, además, convive con otro hombre en el domicilio ganancial.
La letrada de la mujer considera «inadmisible por absurda» la decisión judicial, ya que la presencia de otro hombre en el hogar «no afecta» a la sentencia tras el divorcio.
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