Saben que están de paso, que en unos días volverán a Uganda. Pero estos veinte chicos del coro de Música Para Salvar Vidas no están tristes. Son conscientes de que allí, tener acceso a una formación profesional y vivir en una casa en la que no les falta de nada les convierte en privilegiados, por lo que el agradecimiento no les permite perder el brillo en sus ojos.

Conocen las reglas. Cuando se hayan labrado un futuro y sean capaces de valerse por sí mismos en su país deberán dejar paso en el coro a otros niños que también necesiten ayuda.

Ahora, su objetivo es aprovechar al máximo la oportunidad de viajar, cantar y estudiar, sin descuidar la ayuda a otros niños que padecen sus mismas circunstancias en Uganda. Y qué mejor modo para hacerlo que disfrutando de su segunda gira en España.

Desde el pasado 14 de abril, estos niños ugandeses llevan la música y los ritmos africanos a Albacete, Toledo, Madrid... Un tour por nuestro país que es posible gracias al alojamiento gratuito que les proporciona la ONG Basida en Aranjuez (Madrid).

Allí los chicos disponen de comida, ayudan en las tareas diarias y logran dibujar una sonrisa en la cara de los enfermos de Sida que viven en el albergue, encantados con las dos visitas que realizan al año estos pequeños torbellinos.

En Basida todos se ayudan como si de una gran familia se tratase. "Todos tienen historias lamentables, pero mira cómo están de contentos. Ahora tienen esperanza", destaca Fabián -uno de los fundadores del proyecto- visiblemente emocionado. Tal y como reconoce la coordinadora de Música Para Salvar Vidas, Chelo Morueco, "llegas a quererlos tanto que forman parte de tu vida".

Al visitarlos en Aranjuez, nos encontramos con un grupo de niños sonrientes, llenos de vida y con una educación exquisita.

Los pequeños estudian y hacen los deberes en un aula totalmente equipada, mientras los mayores ensayan con los profesores de canto y baile en un gran salón acondicionado para el ocio y la gimnasia.

Preparan a conciencia cada concierto y esperan la llegada de la gran cita, el próximo 5 de mayo en Leganés (Madrid). Allí, en el teatro Egaleo, actuarán delante de 1.500 personas.

"Están emocionados, nunca han actuado delante de tanta gente (...) sería importantísimo para ellos que se llenara", añade Morueco.

MAURIEEN

DAVID YIGA Y PAUL MUSISI

Estos dos hermanos de 10 y 14 años se ganaban la vida yendo a por agua al pozo en Nansana, de ahí su complexión atlética. Son huérfanos de padre y vivían con su madre en condiciones de extrema pobreza antes de ingresar en el coro.

KAKÀ SADIC

Nació en Moroto hace 15 años. A los cinco, sus hermanos y él huyeron de sus padres porque les pegaban. Más tarde, sus propios hermanos mayores le abandonaron porque era un lastre. Es un gran estudiante y tiene posibilidades de acabar una carrera.

Hace tres años, Elizabeth y su marido Fabián decidieron ayudar a trece niños de un orfanato de Uganda e introducirles en el mundo de la música, montando un coro que coordinarían desde España. Pero surgió un problema.

El dueño del orfanato les exigía que mandasen el dinero para que él lo administrara y ellos se negaron. Querían garantías de que la aportación iba destinada íntegramente a los chicos.

Lo que no sabían es que este señor reaccionaría dejando a los niños en la calle de un día para otro.

"En plena Navidad nos vimos con trece niños abandonados allí. La sensación de impotencia era terrible, teníamos que ayudarlos", relata Fabián.

Desde ese día, los chicos comenzaron a depender de ellos. Elisabeth y Fabián, junto su hija Valérie, tuvieron que viajar urgentemente hasta Uganda para conseguirles otro orfanato, pero, cuando la situación comenzaba a estabilizarse, este fue atacado por los rebeldes.

"Entre todos pudimos reconstruirlo. Arreglamos los cristales, compramos camas... Les dimos todo lo necesario", asegura el fundador y coordinador del proyecto en África

Así nació la organización Música Para Salvar Vidas. Este matrimonio fue configurando un equipo de veinte chavales con aptitudes para la música. El resultado sería un coro profesional que les ayudara a ellos a corto plazo, y a muchos más niños más adelante.

Sus conciertos comenzaron dando para costearles la educación y un casa alquilada en Kireka (Kampala), pero a medida que el proyecto fue creciendo, lograron llevar ayuda a Gulu, en un orfanato de la Hermanas del Sagrado Corazón que protege a las niñas de las violaciones de los guerrilleros, Achumai, en un centro de niños desnutridos, y Nansana.

¿En qué consiste el coro?

Música para Salvar Vidas es un proyecto humanitario financiado a través de los conciertos del coro que apuesta por la tutela de los niños hasta que puedan valerse por sí mismos.

¿Cuáles son sus objetivos?

Agenda de conciertos más destacados