La Comunidad de Madrid, a través de los servicios de inspección de la Dirección General de Consumo y de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, ha detectado que el 89,5% de los establecimientos inspeccionados dedicados a la compraventa de oro no informa correctamente a los clientes sobre las condiciones económicas de sus operaciones, al no indicar el precio por gramo que ofrece por este material. Además, la mitad de estos negocios utiliza balanzas no aptas o no entregan al clietne una justificación de la operación realizada.

Así consta en los datos de las campañas de inspección y control de establecimientos de compraventa de oro  realizada en 2014, que ha presentado este lunes el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio. Se trata de una serie de controles realizados  entre el 20 de mayo y el 15 de julio, centrados especialmente en información al usuario, precios y control metrológico de las balanzas.

Durante la campaña, los servicios de con sumo realizaron 78 visitas a este tipo de establecimientos en los municipios de Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Leganés, Móstoles, Getafe y Rivas-Vaciamadrid, de los que el 75% (59 establecimientos) había cerrado o se dedicaba a otra actividad. Así, la Consejería de Economía estima que, de los 653 negocios de este tipo que había hace un año en la comunidad de Madrid (datos de la Delegación del Gobierno) más de la mitad deben estar ya cerrados.

Y es que, pese a su 'boom' de hace unos años, la compra-venta de oro en Madrid se encuentra ahora de capa caída. Según indican fuentes del sector a 20minutos, las numerosas campañas de inspecciones llevadas a cabo por las administraciones, debido a las denuncias emprendidas por las organizaciones de consumidores contra estos establecimientos, "están acabando con el negocio". Si hace siete años no había más de 40 negocios de compra-venta de oro en la capital, en 2010 pasaron a ser 353. En 2013 crecieron hasta superar los 600, pero hoy en día su número se vuelve a encontrar por debajo de 300: "Muchas tiendas abren y cierran enseguida ante los escasos beneficios que obtienen", señalan fuentes de Industria.

La Policía empezó a seguir de cerca este tipo de negocios hace ya varios años, después de que algunas operaciones policiales acabaran con el requiso de joyas y oro provenientes de estos locales: "Muchas de estas tiendas no solicitaban el DNI, y su transparencia era, cuanto menos, dudosa", explica un portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "En un estudio que realizamos, las diferencias entre el precio que ofrecía cada establecimiento era más del 400%. Eso no es nada ilegal, porque la compra de oro es un mercado libre. Lo que sí resultaba ilegal era que no mostraran lo que pesa la báscula o que esta se encontrara trucada", afirma el mismo portavoz.

En esta última inspección llevada a cabo por la Comunidad de Madrid, solo en 19 de los 78 establecimientos con visita programada pudo realizarse un control. Según los datos de la inspección, en 9 de los establecimientos (47,4%) no se entrega al consumidor ningún documento o comprobante que justifique la transacción realizada (47,4%). En 8 de ellos (42%) el justificante aportado contiene deficiencias informativas, al no figurar el precio por gramo aplicado en la operación de compra de oro y no identificarse la pieza de oro adquirida.

Además, se encontraron irregularidades relacionadas con el derecho de los consumidores a formular reclamaciones, al no disponer de hojas oficiales de reclamaciones (26,3%) o no anunciar su existencia (21%).

Durante la campaña, los servicios de inspección también hallaron en 8 de los 19 establecimientos (42%) alguna pieza sin contrastar. El 53% de las empresas de este tipo de comercio no utiliza instrumentos para verificar la pureza de las piezas de oro. Solo uno de los comercios ofrecía datos correctos. En cuanto al control metrológico de las balanzas, en esta campaña conjunta entre las dos direcciones generales se ha detectado que 12 de los 18 instrumentos inspeccionados (66,67%) presenta defectos, la mayoría en la primera fase de control metrológico por falta de los marcados correspondientes, lo que implica que no pueden utilizarse para realizar ningún tipo de transacción comercial.

Únicamente seis de los instrumentos no presentaban errores. Además de la campaña realizada a nivel regional, la Dirección General de Industrial también participó junto al Ayuntamiento de Madrid en la inspección de establecimientos comerciales y de instrumentos utilizados en seis distritos de la ciudad durante el 27 de junio y el 29 de agosto.

Sólo se pudieron realizar inspecciones en 21 de los 34 establecimientos programados al encontrarse cerrados el resto o no existir. De entre ellos, 10 presentaron resultados favorables y 11 tenían algún tipo de deficiencia.

Los controles sobre instrumentos de pesaje determinaron que de los 27 inspeccionados, 15 (55,6%) presentaron defectos principalmente en las fases de control y ensayo metrológico, lo que indica una mala calidad en las pesadas y un funcionamiento inadecuado según los requisitos recogidos en la legislación vigente.

La Dirección General de Industria ha abierto 39 expedientes administrativos, y ha incoado ya un expediente sancionador contra una empresa que cuenta con tres establecimientos en diferentes municipios de la región.

Si se pretende vender oro o joyas, la OCU recomienda acudir a joyerías, que operan con precios más altos y suelen ser más transparentes en su información de compra, o a un Monte de Piedad, donde existe la posibilidad de recuperar las venta debido al menor cobro de intereses. "El empeño no tiene nada que ver con la venta. En los Monte de Piedad el 96% de los clientes recuperan sus joyas. Por contra, el que compra o vende oro en los otros establecimientos lo que pretende es monetizar algo a lo que no da uso", explica un portavoz de Fundación Obra Social y Caja Madrid. "Entre 2008 y 2010 hubo un repunte de este tipo de operaciones, pero con la ralentización de la crisis llevamos dos años bastante establecidos en unos 150.000 empeños por año", puntualiza este mismo portavoz.