Un horizonte de incertidumbre se abre entre miles de establecimientos comerciales de la Comunitat.
Y es que la extinción de los contratos de renta antigua a partir del 1 de enero de 2015 permitirá subir los alquileres comerciales hasta los actuales precios de mercado, lo que en la práctica podría suponer que se multipliquen por 10.
Así lo estiman desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), quienes han comentado que alrededor de 20.000 comercios de la Comunitat Valenciana tienen contratos de alquiler de renta antigua.
Las mismas fuentes han explicado que la medida afecta sobre todo a los comercios tradicionales, muchos de los cuales podrían verse abocados al cierre, lo que podría suponer la pérdida de hasta 100.000 empleos: "Calculamos que entre comercios y hostelería, cuyos bajos también se verían afectados, podrían irse al paro una media cinco empleados por cada cierre que se produzca", han explicado.
Esta situación afecta a todos los contratos firmados antes del 9 de mayo de 1985, bajo régimen legal de prórroga forzosa. Ese año, un decreto del Gobierno eliminó dicha prórroga forzosa para los contratos suscritos a partir de esa fecha.
Posible moratoria
Fuentes de UPTA han explicado a 20minutos que han mantido una reunión con el Gobierno para abordar el tema y buscar una solución lo menos traumática posible: "Hay buena predisposición para lograr una moratoria y aplazar la entrada en vigor de la ley que deja sin efecto los contratos de renta antigua. Después se abriría un proceso de negociación", señalaron.
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