Los responsables de farmacias, herboristerías y centros de estética aseguran que han notado un importante incremento desde Semana Santa en la demanda de productos adelgazantes y muchos de ellos han llegado incluso a duplicar sus ventas con respecto al resto del año.

Los diuréticos y los laxantes son ya tradicionales cada año cuando empieza la operación biquini. Sin embargo, en el último lustro ha aumentado bastante el consumo de las pastillas absorbe-grasa (de 17 a 30 €), que se toman antes de las comidas para evitar que parte de las calorías ingeridas se transforme en grasas.

Los farmacéuticos, que advierten del peligro de tomar estos medicamentos sin receta médica (la mayoría de los absorbe-grasas no la requieren), asocian esta moda a la televisión, ya que en la actualidad diversos fabricantes se valen de famosos que han perdido peso rápidamente para anunciar sus productos.

La venta de cremas anticelulíticas (cuestan unos 60 €) también se ha disparado desde el comienzo del buen tiempo, al igual que las lociones que prometen un vientre plano (en torno a los 50 €).

Y para dar la bienvenida a las prendas de verano, nada mejor que lucir un buen moreno. Las sesiones de rayos UVA se han duplicado entre los zaragozanos en los últimos meses, según indicaron los responsables de varios centros de estética a 20 minutos. Añadían que eran necesarios de 8 a 12 baños solares para broncearse (cuesta alrededor de 30 € el bono de 12 sesiones).

Una dieta personalizada

Los que deciden adelgazar por el método tradicional de la dieta apuestan por los regímenes personalizados dirigidos por profesionales expertos en nutrición. En muchos casos, los especialistas proponen realizar un estudio pormenorizado de los alimentos compatibles e incompatibles para cada paciente. El Test de Alcat es el método más extendido para este fin. Se trata de una analítica sanguínea que estudia el comportamiento específico de nuestras propias células frente a cada alimento. Se testan más de 80  alimentos diferentes (cuesta unos 600€) y también se puede solicitar un análisis de incompatibilidad de aditivos (alrededor de 300€).