Son pasos de cebra elevados que obligan a reducir la velocidad, pero, los que el Ayuntamiento bilbaíno ha comenzado a instalar en algunas zonas tienen una peculiaridad: son desmontables. Una vez colocados, se verifica su eficacia –si realmente son útiles–, para luego instalar los definitivos. O, por el contrario, quitarlos de la calle sin el mayor problema.

De momento, el Área de Obras y Servicios ha colocado uno entre Arabella y Begoña y pronto adquirirá otro. «Tras una petición vecinal, el área de Circulación los coloca en una zona determinada y se probará con ellos un mínimo de seis meses», explican fuentes municipales. Después, si son necesarios, será Obras y Servicios el área que colocará el paso elevado definitivo.

«Tiene una doble ventaja: se puede instalar de forma inmediata y suponen un ahorro importante», explican las mismas fuentes.

El Ayuntamiento ha puesto en marcha otras iniciativas para garantizar la seguridad tanto de coches como de peatones. Un tipo de paso elevado, colocado ya en Miribilla, obliga a reducir la velocidad a los coches, mientras que los buses pueden pasar sin molestar a los pasajeros. Según el Ayuntamiento, se instalarán en más zonas de la ciudad.

Medidas para que no patine la moto

El buen tiempo ha hecho que los motociclistas se echen a la calle casi en masa. Y, para evitar accidentes, el Ayuntamiento bilbaíno ha puesto en marcha diferentes medidas. La principal pasa por quitar pintura de la calzada, tanto de pasos de cebra como de flechas indicadoras del sentido de la circulación. En Bilbao hay unas 14.000 motos, entre motocicletas y ciclomotores, y sólo 1.000 plazas de aparcamiento.