Filas vacías en las clases para denunciar que la universidad pública pierde 45.000 alumnos

Foto de la primera fila de un aula de Filosofía, en la protesta contra la caída de alumnos de la Universidad Pública.
Foto de la primera fila de un aula de Filosofía, en la protesta contra la caída de alumnos de la Universidad Pública.
#Faltan45.000
Foto de la primera fila de un aula de Filosofía, en la protesta contra la caída de alumnos de la Universidad Pública.

Estudiantes de la universidad pública han organizado este miércoles una protesta para visibilizar la pérdida de 45.000 alumnos en los últimos dos cursos. Con una campaña viral —#Faltan45.000— han animado a los estudiantes de todo el país a dejar vacías las primeras filas de cada clase en recuerdo de los que no han podido matricularse en la universidad pública, una pérdida que ellos achacan a la subida de las tasas, mientras el Ministerio de Educación la vincula a la reducción de la población de entre 18 y 24 años.

Enrique Maestu, activista de Juventud Sin Futuro y uno de los promotores de #Faltan45.000, está convencido de que la subida de las tasas ha pesado en la pérdida de 45.241 alumnos de la universidad pública en los últimos dos años (-3,3%), según datos oficiales hechos públicos este verano por el Ministerio de Educación. "En 2010 una matrícula ordinaria de humanidades costaba 650 euros de media, hoy son 1.720. En ciencias pasa algo similar. En ingeniería de minas, por ejemplo, están pagando de 3.000 a 4.000 euros por semestre, cuando hace dos años pagaban como máximo 1.200".

"Desde que en 2011 empezaran a subir las tasas universitarias, todos los que estudiamos en la universidad pública hemos conocido a compañeros que no han podido hacer frente al pago de la matrícula porque les denegaban la beca del ministerio, o porque simplemente su economía familiar ha obligado a tener que decidir entre la enseñanza universitaria o seguir pagando la hipoteca. Todos los estudiantes lo saben", asegura Maestu. 

La acción simbólica de dejar las primeras filas libres culminará, explican sus promotores, con la redacción de un manifiesto en el que se expongan alternativas como "que se autoricen pagos en plazos o alargados de las tasas y suavizar el alto coste de las segundas y terceras matrículas".

A la campaña, difundida en las redes sociales Twitter y Facebook, se han sumado 350 organizaciones estudiantiles de todo el país. Para Enrique Maestu lo que está en juego en la universidad "es la capacidad de poder seguir teniendo un país viable en el futuro". Por eso, desde #Faltan45.000 piden a las consejerías de educación de las Comunidades Autónomas y al Gobierno "que tomen cartas en el asunto y terminen con esta lacra que excluye a los estudiantes más pobres y elitiza la educación universitaria".

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