El cambio de recorrido propuesto por la Consejería de Interior y el fuerte despliegue policial han evitado que las dos manifestaciones que se han celebrado este domingo en los aledaños de la plaza España de Barcelona no coincidieran y que terminaran sin incidentes. Unos 200 ultraderechistas se han manifestado con motivo del Día de la Hispanidad en la avenida María Cristina, mientras que unas 450 personas han marchado por el barrio de Sants, al otro lado de la plaza, contra el fascismo y la xenofobia.

En la manifestación de Sants, han confluido los asistentes a dos marchas antifascistas, el pasacalles organizado por la plataforma Unidad contra el Fascismo y la movilización convocada por la Plataforma Antifascista. Portaban pancartas con el lema Por la convivencia y la diversidad. Unidad contra el fascismo y El fascismo avanza si no se les combate, y han coreado consignas como No pasarán.

Un grupo de manifestantes convocados por Plataforma Antifascista ha iniciado su marcha en los aledaños de la plaza de España de Barcelona, a la misma hora y a centenares de metros de las Torres Venecianas donde ha comenzado la tradicional marcha ultraderechista. Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra se han desplegado en ese lugar y han impedido el paso de los manifestantes antifascistas, mientras que numerosos efectivos policiales escoltaban la marcha ultra en su tradicional recorrido por Montjuïc.

En ella han participado unas 200 personas bajo el lema "España en marcha", en el que se han quemado varias banderas independentistas, tanto catalanas como una gallega, entre un amplio dispositivo policial. Han partido de la plaza de España de Barcelona y han avanzado en dirección a la plaza de Sant Jordi de Montjuïc, rodeados por un numeroso dispositivo de agentes de los Mossos d'Esquadra, que los han escoltado hasta la disolución de la marcha.

La movilización, en la que se han enarbolado banderas preconstitucionales de España y se han exhibido símbolos fascistas y neonazis, ha concluido en un acto en la montaña de Montjuïc con la quema de enseñas independentistas, entre vítores de los asistentes. Entre los asistentes a la manifestación figuraban algunos de los implicados en el ataque que protagonizó un grupo de radicales de ultraderecha contra el centro cultural Blanquerna, sede de la Generalitat en Madrid, en la Diada de 2013.

De hecho, "Gloria Eterna de los de la Blanquerna" es uno de los lemas que lucían las pancartas de los manifestantes ultras, que en otro cartel con el emblema "Justicia, Presos, Stroika" expresaban su apoyo al grupo de neonazis condenados a 18 años de cárcel por la Audiencia de Barcelona por intentar asesinar a dos jóvenes a las puertas de un concierto punk en Manresa (Barcelona).

"Reventaremos la consulta" o "No nos engañan, Cataluña es España" eran otros lemas coreados por los manifestantes, algunos de los cuales han desfilado después para besar una bandera española en un improvisado acto de homenaje a la rojigualda. Dos líderes ultraderechistas que participaron en la manifestación del año pasado fueron imputados por incitación al odio y la discriminación por afirmar en sus discursos de clausura al acto que estarían dispuestos a "matar por España".