El ex secretario general de UGT Madrid José Ricardo Martínez ha anunciado su intención de devolver los 44.200 euros correspondientes a los gastos que hizo con cargo a la tarjeta de Caja Madrid siendo consejero de la entidad, y ha defendido que el uso que hizo de la misma está dentro "de la más absoluta legalidad".

En un comunicado remitido este martes, cuatro días después de que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, anunciara la dimisión de Martínez a consecuencia del informe de Bankia, el ex secretario regional del sindicato explica que procederá "de inmediato" a la devolución del dinero a la Fundación Obra Social y Monte de Piedad, anteriormente llamada Fundación Especial Caja Madrid, como sucesora universal de Caja Madrid.

Detalla que la cantidad de 44.200 euros se corresponde con la cuantía de los gastos que hizo en los años 2010, 2011 y hasta octubre de 2012 con cargo a la tarjeta que le fue entregada en su condición de consejero de Caja Madrid, y precisa que hace tal devolución "para evitar mayores presiones" al sindicato UGT y a su familia.

En el escrito, además, informa de que fue el secretario general de Caja Madrid quien le entregó la tarjeta tras haber sido designado miembro del Consejo de Administración de la entidad, y que, como al resto de consejeros, le comunicaron que era para los gastos que se pudieran generar en relación con esa actividad.

Asegura que manifestó que le parecía "más razonable" la justificación de los gastos mediante la presentación de facturas, pero se le comunicó que "la fórmula era la de uso de tarjeta".

Martínez subraya que "en ningún caso" la devolución de ese dinero significa que la utilización que ha hecho de la tarjeta haya sido ilegal ni en los usos concretos en que la ha usado ni en su cuantía, "y menos aún que haya cometido con su uso infracción penal alguna".

Por el contrario, considera que empleó la tarjeta "dentro de la más absoluta legalidad, constando esos gastos en la documentación que en su momento obraba en Caja Madrid y de la que, sin duda, debe haber constancia".

José Ricardo Martínez concluye el comunicado matizando que "jamás" ha utilizado la tarjeta de Caja Madrid para sacar dinero en efectivo de cajeros o de oficinas bancarias.

El exministro socialista y exvicepresidente de Caja Madrid Virgilio Zapatero ha enviado una carta a la Ejecutiva del PSOE en la que asegura no haber tenido en su vida "ninguna tarjeta B" y en la que acusa al secretario general, Pedro Sánchez, de "buscar notoriedad y titulares de prensa más que la verdad y la justicia".

"No he tenido ninguna tarjeta B en mi vida, ni negra, ni black, ni fantasma, ni opaca como os gusta decir", afirma en su carta, en la que Virgilio Zapatero promete a los dirigentes de su partido "hablar e informar de lo que no queréis saber".

En ella, el que fuera ministro de Relaciones con las Cortes (1986-1993) y diputado por Cuenca (1977-1994) lamenta "profundamente la forma de proceder del nuevo secretario general", que "sin conocer los hechos los prejuzga y los califica oficiando de justiciero".

También arremete contra el 'número dos' del partido, César Luena, al que acusa de "amenazarle" por haber ordenado que la instrucción interna de este caso sea "lo más dura posible".

"Después de 42 años en el partido socialista, no acepto chantajes ni presiones para que no hable. Y por lo tanto, utilizaré todos los medios legales para defender mi honor. Lo más cómodo para mí sería aceptar vuestras presiones y pedir la baja del partido socialista, que es lo que ya pedís expresamente en vuestra permanente búsqueda de titulares. No lo haré, porque es una injusticia y un pésimo precedente para este partido, advierte en su carta de dos folios, fechada ayer.

Según los documentos que obran en poder de la Fiscalía Anticorrupción, Virgilio Zapatero gastó 36.000 euros con tarjeta de crédito 'B' durante los dos años que fue vicepresidente de Caja Madrid (2010-2012).

Él no sólo lo niega, sino que asegura también: "He declarado todos los ingresos que he percibido, liquidé sin que nadie me lo pidiera hace dos años todos los gastos de representación de 2011 y los de 2010 que conocía y, puesto que habláis de ética, renuncié hace dos años a 200.000 euros a los que legalmente tenía derecho, sin publicidad alguna y sin que nadie me lo pidiera, en razón de la grave situación de la entidad".

Por ello, a su juicio, la forma de actuar de Pedro Sánchez "quiebra las mínimas garantías internas de cualquier partido y, sobre todo, quebrantan el honor de un militante a quien el secretario general públicamente insulta y ofende sin razón, sin conocimiento y gratuitamente".

En su escrito, se muestra convencido asimismo de que la "amenaza" de Luena "lo que pretende es que yo no hable ante el partido y que presente mi renuncia cuanto antes para poder presentarse al 'Foro de limpieza democrática' —convocado para el sábado 11— como el paladín de la lucha contra la corrupción".

Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró que los socialistas con tarjetas 'B' de Bankia podrán defenderse, pero afirmó que el partido actuará "sin ningún tipo de contemplaciones" ante quienes las hayan usado "por mucho nombre que tengan y mucho apellido que tengan".

En declaraciones a los medios en Berlín, Sánchez se refirió a los militantes del PSOE con tarjetas de Bankia al ser preguntado por la carta que ha enviado el exministro Virgilio Zapatero al partido. Sánchez explicó que no había leído la carta y que no tenía "una opinión cierta" al respecto, pero dejó claro que "el PSOE es incompatible con cualquier comportamiento que no tenga que ver con la austeridad, con la decencia, con la honestidad y con la transparencia".

"La austeridad parece que no es el ejercicio de estas personas que, por mucho nombre que tengan y mucho apellido que tengan, parece que no han tenido un comportamiento acorde con los valores" del PSOE, ratificó.

En este contexto se dirigió a los quince militantes inmersos en el caso de las tarjetas 'B' y les advirtió de que "tendrán que asumir sus responsabilidades".

Recordó que el PSOE, que era "ajeno" a esos comportamientos y al uso de esas tarjetas, va a abrir una investigación" en la que esos militantes tendrán ocasión de defenderse. "A partir de ahí tomaremos una decisión, pero ya le adelanto que va a ser una decisión dura, sin ningún tipo de contemplaciones", recalcó Sánchez.