Estafas y timos con ladrillo: un repaso a los engaños más habituales en el inmobiliario

  • Los timos en el inmobiliario pueden parecer inverosímiles pero afectan cada año a decenas de personas en nuestro país.
  • La Policía Nacional recomienda desconfiar de los anuncios con precios muy por debajo de las cifras de mercado.
  • Conviene comprobar la existencia del inmueble y usar un método de pago seguro.
Una vivienda vacía, con las ventanas abiertas.
Una vivienda vacía, con las ventanas abiertas.
GTRES
Una vivienda vacía, con las ventanas abiertas.

Los timos en el sector inmobiliario, pese a que en algunas ocasiones puedan parecer inverosímiles, afectan cada año a decenas de personas en nuestro país. Desde casas de ensueño a un precio ridículo a inversores extranjeros que solo pueden pagar con billetes de 500 euros, pasando por princesas de países lejanos que buscan casas de veraneo en España, los ejemplos –a veces de risa– son varios.

Para evitar caer en este tipo de estafas hay que tener sentido común. La Policía Nacional recomienda desconfiar de los anuncios con precios muy por debajo de las cifras de mercado. En caso de trato entre particulares, se recomienda comprobar siempre la existencia del inmueble (solicitar, por ejemplo, una copia de la documentación o un recibo del IBI), utilizar un método de pago seguro y solicitar un breve compromiso de contrato para luego poder acreditar la operación.

Y para no ser el primo que es timado, mejor será conocer algunos de los más habituales engaños que se pueden dar en el inmobiliario. El metabuscador inmobiliario Nuroa ha recopilado algunos de ellos.

Perder el piso pero conservar la hipoteca

Suele afectar a personas que tienen dificultades para pagar su hipoteca. Un supuesto empresario se ofrece a comprarles la vivienda pero les asegura que les dejará seguir viviendo en ella en régimen de alquiler. Los afectados firman la cesión de la propiedad y de la hipoteca. Sin embargo, existe una cláusula que específica que esto último sólo se hará “si el banco lo permite”, como la entidad bancaria deniega las solicitudes, pierden su casa, pero conservan la hipoteca.

Ocupas con ánimo de lucro

Esta estafa consiste en ocupar ilegalmente casas para luego alquilarlas a un tercero y se suele dar en barrios pobres del extrarradio de las grandes ciudades. Los estafadores ocupan casas o pisos que han sido embargados por el banco y, a través de locutorios o centros sociales, las alquilan a inmigrantes con contratos de alquiler falsos.

Propiedades de ensueño a precios ridículos

Algunas páginas de internet o anuncios en periódicos ofrecen propiedades a precios muy por debajo de su valor de mercado. Suelen ser ganchos para captar clientes o, incluso, estafas.

La princesa caprichosa

Una supuesta princesa de algún exótico país –de Burkina Faso y exiliada en Holanda– contacta por correo electrónico con particulares o agencias inmobiliarias interesándose por una casa para pasar sus vacaciones en España. Se ofrece a comprar un inmueble sin haberlo visto y dice que pagará con una transferencia, pero se pide al vendedor que pague las tasas e impuestos por adelantado. Dinero que ya nunca más recuperará.

Pago por adelantado

Una persona se pone en contacto con el arrendador de una vivienda y accede a alquilarla. Dice hacerlo en nombre de un familiar y tener prisa para cerrar el trato. Por ello, accede a realizar una transferencia y, con la excusa de que la operación tarda varios días en reflejarse en la cuenta, envía un justificante bancario. Sin embargo, el propietario ve que la cantidad es superior a la pactada y, cuando le comenta que ha pagado de más, el estafador pide que se le devuelva la diferencia a través de una empresa de transferencia de dinero. Ésta es la cantidad que el propietario pierde, ya que nunca existió ninguna transferencia inicial por valor superior al acordado y el justificante bancario era falsificado.

Entrega de llaves por mensajero

Esta estafa afecta a personas interesadas en alquilar un piso. Se trata de anuncios gancho, con precios muy por debajo de los habituales en la zona, que supuestamente pertenecen a un arrendador que tiene mucha prisa por alquilar. Se ofrece a enviar las llaves y el contrato a través de una empresa de mensajería… porque está en el extranjero. Mientras pide al estafado que le ingrese el importe del alquiler (alrededor de 600 euros). Cuando éste efectúa el ingreso y recibe las llaves, éstas no abren la vivienda que habían alquilado.

Una lista de falsos buenos pisos

Algunas pseudo agencias se ofrecen a proporcionar a sus clientes –previo pago– listas de pisos, alegando que se trata de información mucho más fiable que la que se puede encontrar en páginas de internet o anuncios de periódico. Cuando el cliente quiere contactar con los inmuebles, éstos resultan ser falsos o estar ya alquilados o vendidos.

Pago en especies

Solía darse durante los años del boom de la construcción. El propietario de un solar donde iban a construirse viviendas accedía a cobrar el precio del mismo en varios pisos por un valor equivalente al del terreno. Sin embargo, las promociones no siempre acababan bien y, en muchas ocasiones, se quedaron sin pisos (éstos estaban a medio construir o se los quedó el banco) y sin terreno.

'Rip Deal'

Los estafadores contactan con particulares que venden su casa o con agencias, presentándose como inversores internacionales y simulan una gran solvencia económica. Proponen citas en lugares como hoteles de lujo o restaurantes de moda y alegan que sólo pueden realizar el pago en billetes de 500 euros. De ese modo, proponen al vendedor que les cambie este dinero por billetes más pequeños, ofreciéndole un comisión que puede llegar al 20%. Al realizar el intercambio de maletines se produce la estafa.

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