Ha visto morir a 21 compañeros y a su profesor. Aseguró a la CNN que el asesino llamó un par de veces a la puerta, luego irrumpió en el aula y disparó. Primero al profesor y después, indiscriminadamente, al resto. Ella se salvó porque fingió estar muerta.
"Fue muy silencioso, parecía muy minucioso a la hora de actuar", asegura Erin Sheehan, que describe al asesino como un hombre joven vestido "casi como un Boy Scout", con una camiseta de manga corta marrón clara y un chaleco negro de caza.
La estudiante se tiró al suelo y fingió estar muerta después de que el asesino se marchara.
Sin embargo éste volvió "unos 30 segundos más tarde", y abrió fuego de nuevo. "Supongo que nos escuchó hablar", afirma.
"Nos abalanzamos contra la puerta y él no pudo abrirla". Acto seguido disparó. Luego se marchó.
Más testimonios
Tiffany Otey estaba haciendo un exámen cuando comenzó la masacre. Ella y veinte estudiantes más se refugiaron bajo llave en la sala de profesores.
"Era un tiroteo continuo, que se interrumpía cada pocos segundos", asegura.
Según la policía, el asesino acabó por dispararse a sí mismo.
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