Este informe, fruto de entrevistas a cientos de enfermeros, también pone de manifiesto que la gran mayoría de las agresiones son verbales y que muy pocas víctimas llegan a presentar una denuncia.
Ataques físicos
De hecho, el porcentaje de quejas oficiales –entre un 4 y un 5%– casi se corresponde con el de ataques físicos: el 3,7% de los casos.
La Xerencia de Atención Primaria de A Coruña tiene constancia de 11 agresiones a personal sanitario a lo largo del pasado año. Tres fueron ataques físicos (en los centros de salud de Matogrande y Arteixo). En Galicia hubo un total de 200, según el informe del Sergas.
Pero Carolina Moldes, presidenta de la junta de personal de Atención Primaria en la ciudad, subraya que estos casos son tan sólo unos pocos de los que se dan en realidad, son los de aquellas víctimas que quisieron dejar constancia de lo sucedido.
Con todo, ni siquiera estos 11 profesionales llegaron a poner una denuncia judicial. Sólo lo hicieron siete: los tres que sufrieron una agresión física y cuatro que recibieron amenazas. Por su parte, las otras cuatro denuncias se presentaron ante el Sergas pero no acabaron en el juzgado. Ante los pocos ataques que salen a la luz, la junta de personal realizará en los próximos meses una encuesta similar a la elaborada por el Consejo General de Enfermería para destapar la situación real de las agresiones en la sanidad.
Matogrande ataque con navaja
El pasado 25 de septiembre una joven atacó con una navaja a una enfermera del centro de salud de Matogrande y su compañero se enzarzó en una pelea con otro paciente. Este caso provocó varios actos de protesta en la ciudad para demandar más seguridad en los ambulatorios.
Último caso en carballo
La presidenta de la junta de personal de Xerencia de Atención Primaria de
A Coruña, Carolina Moldes, informó ayer de que en lo que va de este año ya se produjo una agresión física en el área. Ocurrió en el centro de salud de Carballo. Los ambulatorios acaparan el 33,5% de los ataques.
Los peores centros matogrande
Carolina Moldes asegura que históricamente el centro de salud más conflictivo de la ciudad era el de La Torre-Orillamar. Sin embargo, actualmente hay más violencia en el de Matogrande. Explica que los problemas se derivan de la población marginal.
Los agresores drogadictos
Según la representante de los trabajadores de los ambulatorios, la mayoría de las agresiones se producen cuando un paciente adicto a sustancias estupefacientes exige al médico unas recetas que éste no le puede dar. La negativa desencadena el ataque.
Los familiares, más peligrosos
Según el estudio del Consejo General de Enfermería, la mitad de las agresiones se producen en los servicios de urgencias hospitalarias y otro 15% en las plantas. La junta de personal del Juan Canalejo confirma estos datos. El informe también revela que el 49,8% de los agresores son familiares o acompañantes de los pacientes. El 47,3% son enfermos.
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